Agenda 2030: ODS 17

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 (ODS, por sus siglas) tiene como meta establecer “Alianzas para lograr los objetivos”. Este ODS se enfoca en la colaboración interinstitucional e internacional de todos los actores que participan en la toma de decisiones políticas y económicas.

El ODS 17 es el último del numeral, pero es a la vez, el punto inicial mediante el cual se pueden ejecutar los planes de los otros 16 ODS. En los países del sur global donde la pobreza, el débil estado y la desigualdad económica son la norma, la participación de las organizaciones internacionales para fomentar la educación, mitigación y adaptación al cambio climático ha sido vital para liderar cambios con énfasis global. En Guatemala, al 2023 existen miles de organizaciones sin fines de lucro que lideran la educación ambiental, el desarrollo sostenible y el empoderamiento local en las zonas donde el estado de Guatemala es muy débil o está ausente. El rol de estas organizaciones ha sido muy importante ya que cuentan con contacto directo a las necesidades de poblaciones locales y comunicación directa con los liderazgos comunitarios. Junto a estas organizaciones sin fines de lucro, se suma la particación de asociaciones privadas y de beneficiencia que buscan la atención de necesidades específicas de poblaciones vulnerables. Las alianzas para lograr los ODS requieren de la participación de las organizaciones sociales y del trabajo más estrecho con las empresas privadas y el gobierno como se observa en la siguiente gráfica.

Gráfica de alianzas necesarias y su resultado. Fuente: documento de las Naciones Unidas sobre los efectos exponenciales de la creación de alianzas para alcanzar los ODS. (ver PDF)

Como resultado de la colaboración de distintos actores, alcanzar los ODS se facilitará y los resultados se evidenciarán de forma más eficiente y veloz.

Un ejemplo importante de la necesidad de crear alianzas lo podemos ver en el manejo de los residuos y desechos sólidos. Actualmente, en Guatemala el río Motagua lleva millones de kilos de basura que pudieron haber sido recolectados si existieran las alianzas adecuadas. Durante décadas, el problema de gestión del río no ha podido ser resuelto por un gobierno ausente en la zona y por falta de recursos públicos para gestionar un problema que supera las capacidades individuales de las alcaldías a la orilla del río. Para encontrar una solución es necesario la colaboración del gobierno central de Guatemala y de todas las municipalidades por donde el río Motagua pase. En especial, es necesaria la participación de las municipalidades del departamento de Guatemala donde vive la mayor cantidad de población y de donde se crea la mayoría de la contaminación de barrancos. Estas alianzas no han sido gestionadas por ningún gobierno y debido a la falta de cooperación se ha hecho imposible encontrar un plan de acción viable desde el gobierno de turno.

Basura en las costas de Guatemala frente al Mar Caribe que fueron llevadas por el río Motagua.

Para lograr cambios concretos, una organización internacional enfocada en la eliminación de los residuos y desechos empezó a trabajar desde el año 2019 en gestionar alianzas en Guatemala para encontrar una solución. La asociación Ocean CleanUp contribuyó con fondos donados por las empresas multinacionales que más residuos plásticos generan y empezaron a trabajar en un proyecto de recolección de residuos en la zona adyacente a la hidroeléctrica Las Vacas. Luego de varios intentos y análisis técnicos, en el año 2023 finalmente lograron instalar una banda que intercepta materiales y empezó a retirarlos del río de forma efectiva.

La barrera instalada en 2023 por The OceanCleanUp ha recolectado en tan solo algunos meses del año 1 millón de kilos de basura y residuos. Estos residuos ya no llegaron al mar como ocurría anteriormente. (lee más)

Ya con la basura y residuos fuera del río, la ONG ha gestionado alianzas con más empresas locales e internacionales para incrementar los recursos e instalar plantas de clasificación, reutilización y reciclaje de los plásticos, aluminio y otros productos con potencial de revalorización. De esta manera, se ha logrado empezar a solucionar un problema de contaminación que resultaba de un problema comunal del cual nadie podía ni quería responsabilizarse. La la colaboración de distintas organizaciones, la participación de los gobiernos locales y el involucramiento de empresarios privados e internacionales se logró finalmente con el liderazgo de un actor comprometido a la búsqueda de soluciones para los residuos y la basura.

Reciclaje de botellas de plástico PET con las que se fabrica otras botellas de plástico para el envasado de agua y bebidas.

Como se evidenció brevemente en el caso anterior, la cooperación con objetivos claros y metas medibles y alcanzables es posible cuando se cuenta con el compromiso de actores nacionales e internacionales que buscan contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Los ODS son parte de una agenda compartida entre todos los países y funcionan como una herramienta común para alcanzar indicadores globales de mejora de las condiciones de vida para todas las personas. Guatemala se ha comprometido con sus ciudadanos y con los países del mundo para alcanzar en alianza los 17 ODS y los futuros gobiernos deberán velar por el alcance de estos compromisos. Reducir la pobreza mediante acciones legislativas, inversión estatal y privada y mediante programas de gobierno con impactos multidimensionales serán necesarios para mejorar las condiciones de vida económica y de salud, alimentación, educación, vivienda y acceso a los servicios básicos.

Agenda 2030: ODS2

Featured

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS, por sus siglas) es poner fin al hambre en el mundo.

El fin del hambre es uno de los objetivos más importantes que la Agenda 2030 busca alcanzar mediante acciones desde los gobiernos para asegurar la provisión de seguridad alimentaria de todos los habitantes y la mejora de la nutrición.

Los gobiernos democráticos tienen como uno de los pilares más importantes de sus obligaciones constitucionales el asegurar acceso a alimentos para la población y para alcanzar esto muchos gobiernos requieren implementar acciones como:

  • Asegurar la disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficiente para cubrir las necesidades nutricionales de toda la población,
  • Combatir la especulación en precios de alimentos y eliminar monopolios
  • Producir o importar alimentos que sean necesarios para atender las necesidades nutricionales de los países.

Según el Programa de las Naciones Unidas, en Guatemala la meta de hambre cero busca “reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en pobreza en todas sus dimensiones según las definiciones nacionales.

Para alcanzar la reducción del hambre en Guatemala es necesario que los gobiernos y las empresas privadas tomen acciones para reducir y eliminar distintos aspectos que mantienen en condiciones de pobreza a la población más afectada por el hambre y la desnutrición. La eliminación del hambre requiere de una serie de acciones que están íntimamente vinculadas a la mejora de la calidad de vida de las personas. Junto a la reducción del hambre, es necesario mejorar y proteger la existencia de más y mejores sistemas de salud, provisión de agua limpia y sana, creación de fuentes de trabajo, creación de sistemas de educación nutricional para la mejora de la ingesta de alimentos nutritivos, acceso a la electricidad, tuberías y drenajes para todos los hogares, entre otras. Asimismo, la cooperación internacional y la protección de las cadenas internacionales de suministro de alimentos son vitales para velar por la reducción del hambre en los países del sur global y ante este indicador es fundamental que exista una participación colaborativa global.

Según el Índice Global del Hambre, en el año 2022 Guatemala mejoró su posición en el índice ubicándose en el nivel “moderado” de problemas de alimentación y aún requiere mejorar la alimentación calórica de la población, desnutrición crónica que retrasa el crecimiento de los niños y vigilar el incremento post-COVID en la proporción de niños menores de 5 años que tienen bajo peso para su estatura, reflejando desnutrición aguda.

Los ODS son parte de una agenda compartida entre todos los países y funcionan como una herramienta común para alcanzar indicadores globales de mejora de las condiciones de vida para todas las personas. Guatemala se ha comprometido con sus ciudadanos y con los países del mundo para alcanzar en alianza los 17 ODS y los futuros gobiernos deberán velar por el alcance de estos compromisos. Reducir la pobreza mediante acciones legislativas, inversión estatal y privada y mediante programas de gobierno con impactos multidimensionales serán necesarios para mejorar las condiciones de vida económica y de salud, alimentación, educación, vivienda y acceso a los servicios básicos.

Planes de gobierno desde el desarrollo sostenible

Featured

La creciente población humana y la demanda de recursos naturales para atender las necesidades de la población han causado que, durante las últimas décadas, la capacidad productiva anual del planeta sea alcanzada antes de que finalice el año. Como se observa en la Figura 1 se alcanzará un sobregiro del uso de los recursos del planeta el día 02 de agosto de 2023. Como resultado del crecimiento poblacional, el incremento de la producción global y el manejo insostenible de los recursos, desde el año 1971 la población del planeta se gasta cada vez más temprano los recursos del planeta. Como resultado, la Global Footprint Network ha calculado cómo la cantidad de días de biocapacidad del planeta se ha reducido y es insuficiente para reponer la Huella Ecológica de la humanidad. Así, a partir del día 03 de agosto de 2023, los humanos estaremos viviendo con un sobregiro de recursos ya que habremos consumido el equivalente a todos los recursos ecológicos que el planeta genera anualmente.

Figura 1. Estadísticas del día de sobregiro del uso de recursos del planeta desde 1971 a 2023. Fuente: (National Footprint and Biocapacity Accounts, 2023)

Como resultado de este sobregiro en el uso de los recursos naturales, el consumo no sostenible de los recursos ha causado que crisis poblacionales se aceleren por no existir planes nacionales e internacionales para el manejo y gestión sostenible de los recursos naturales. Según el reporte del (Panel Internacional de Recursos, 2019):

“La extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos contribuyen con la mitad de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero y con más del 90 % de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico.

La extracción de recursos se ha más que triplicado desde 1970, incluido un aumento de cinco veces en el uso de minerales no metálicos y un aumento del 45 por ciento en el uso de combustibles fósiles.

Para 2060, el uso global de materiales podría duplicarse a 190,000 millones de toneladas (desde 92,000 millones), mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero podrían aumentar en un 43 %.”

La creación e implementación de Políticas Nacionales de Sostenibilidad, Gestión de los Recursos Naturales y Manejo Financiero Sostenible del erario son herramientas vitales y urgentes en todos los países para reducir el uso insostenible de los recursos que durante los últimos siglos años han causado un crecimiento sin controles y plagado de excesos. Como punto central de partida para el planeta y los gobiernos de cada país ha sido la creación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que sirven como metas en 17 objetivos de desarrollo (ODS, por sus siglas) que permitirían a los países cambiar el rumbo de sobreexplotación, escasez y bajos niveles de desarrollo humano que afectan, principalmente, a los países del sur global. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible fue aprobada en 2015 por los países miembros de las Naciones Unidas con el fin de servir de guía a la creación de Políticas, Planes y Proyectos de escala nacional unificados en una visión hacia la creación de países sostenibles económica, social y políticamente. 

Así, la creación de programas en los ministerios encargados del cumplimiento de cada uno de los 17 ODS es una herramienta fundamental para la aceleración de proyectos que permitan enfrentar las actuales crisis, reparar los daños ambientales causados en el pasado, facilitar la resiliencia y adaptación de los países para contrarrestar los efectos del cambio climático y construir una sociedad cuya económica y cultura gire en torno a la sostenibilidad ambiental. El desarrollo de los ODS es una guía inicial y la creación de programas a nivel de país son una herramienta necesaria para hacer ejecutables, fiscalizables y alcanzables los objetivos que cada gobierno se ha trazado.  Un ejemplo valioso de estos avances a través de políticas y planes es la “Política Nacional para la Gestión Integral de los Residuos y Desechos Sólidos”, esta política creada como un Acuerdo Gubernativo 281-2015 ha permitido que el gobierno establezca metas compartidas con distintos grupos de interés de la sociedad que han contribuido a crear una hoja de ruta con la cual el Gobierno Central y Local cuenta con objetivos claros, indicadores, organizaciones responsables y planes educativos que permitirían a la población cambiar el rumbo de la gestión inadecuada de los residuos y desechos sólidos que actualmente son desechados en lugares no apropiados y sin el manejo adecuado para asegurar la circularidad, el reciclaje, el compostaje y la protección de contaminación por agentes peligrosos. Este es un ejemplo de tantos otros que los gobiernos han creado para empezar a hacer un cambio de rumbo respecto a la mala gestión de los recursos naturales y fomentar una transición más acelerada al desarrollo sostenible y la protección del planeta que está viendo sus recursos naturales agotados. Alcanzar las metas de los ODS para el año 2030 es uno de los retos más importantes que el planeta tiene delante de sí y de la creación de políticas, programas y proyectos nacionales dependerá la ejecución y fiscalización efectiva de los gobiernos electos para cuidar y proteger a sus ciudadanos.