La semana pasada no se escucharon ni aviones ni balas en la ciudad de Guatemala. Tan solo, fotografías de carros militares empezaron a circular por redes sociales y en los noticieros el mensaje de una conferencia de prensa con dos horas de atraso del presidente Jimmy Morales se hacía esperar (link a discurso). Su discurso fue breve e inicio con un error dominado por su inconsciente. Se estaba gestando un golpe de estado y nos salvamos por un pelo de que el país se sumiera en el caos. Seguramente, la embajada estadounidense y otros aliados impidieron que el mensaje de Jimmy Morales escalase en un rompimiento total del orden constitucional.
En los primeros segundos de su discurso, Jimmy Morales anunció que había dado un apoyo “inconstitucional e irrestricto a las instituciones”. Momentos después corrigió el “error” y dijo que a pesar de este apoyo “incondicional e irrestricto a las instituciones” había decidido cancelar la continuidad de la CICIG por sus “irrespetos a la primacía constitucional”.
El resto de la historia ya es por todos conocida. Jimmy salió del closet y anunció públicamente que no renovará la continuidad de CICIG el próximo año. Además, indicó que él es la máxima autoridad del país y sugirió un intento de golpe a nuestras Cortes amenazando con docenas de militares a su espalda. Tal y como explicó Mario Antonio Sandoval en su columna de periódico, en cuestión de minutos, Morales “hizo regresar 25 años esa imagen a los tiempos de las dictaduras militares. El discurso del viernes, de nueva alabanza a los castrenses, solo comprobó la debilidad de su posición (la de Morales).”
A lo cual, Sandoval agrega que “fue un intento de golpe de Estado, también al estilo de Serrano. Esta calidad se la otorga el plan de desconocer a la Corte de Constitucionalidad y el contubernio del Congreso, también desesperado por el avance de las investigaciones del Ministerio Público. Políticamente hablando, el anuncio deja un año para encontrar proyectiles políticos nacionales e internacionales.”
Concuerdo con el análisis de Mario Antonio y me preocupa lo que acontecerá en las próximas semanas y meses. Nos queda aún por ver el avance del antejuicio contra Jimmy Morales y contra otros Secretarios de Partidos Políticos acusados de financiamiento electoral ilícito. Nos queda también ver la deportación y juicio de Manuel Baldizón, el político corrupto más poderoso que nos queda después del fallecimiento de Álvaro Arzú Irigoyen. Nos queda también ver la presentación de evidencias y continuación del juicio contra los expresidentes Otto Pérez Molina y Álvaro Colom. Nos queda aún por ver cómo finalizará la presentación de evidencias contra los casos de corrupción en los procesos de licitaciones con el gobierno en distintos Ministerios. Nos queda aún por ver nuevos casos que están siendo investigados por el Ministerio Público. Nos queda aún por ver cuánta es la paciencia del pueblo guatemalteco ante el robo y usurpación de poderes por parte del Ejecutivo y el Congreso.
El día de hoy, el Comisionado Iván Velásquez viajó a Washington para reunirse con el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, a quién dará un resumen detallado de los eventos. Posteriormente, quedará en el Secretario de la ONU indicar el rumbo que tomarán negociando la salida en fases de los operativos de la CICIG y/o buscando aliados en otros países para presionar al gobierno guatemalteco para que realice la prórroga del mandato de la CICIG por otros dos años más.
Por el momento la imagen internacional de Guatemala se ha dañado, el uso de autos donados por Estados Unidos para combatir el narcotráfico fue muy mal visto por los políticos del norte y expresaron ya su malestar por el mal uso de estos donativos, los políticos locales estarán reuniéndose para buscar aliados y acuerdos, políticos oportunistas saldrán buscando apoyo de los votantes ante las elecciones del próximo año y el temor de los más jóvenes que nunca habían visto un despliegue de carros militares amenazando edificios quedará para el recuerdo.
Concuerdo con el mismo Jimmy Morales que inició su discurso mencionando el término “inconstitucional”. Sus actos fueron inconstitucionales y él lo sabe inconscientemente. Es un Presidente que está acorralado y mal asesorado y eso lo hace ser mucho más peligroso para la ciudadanía. Estemos vigilantes y tomemos acciones participando activamente en nuestros grupos y redes de influencia. Llevemos educación política a nuestros familiares y amigos e iniciemos un serio diálogo que nos permita soñar cómo sería una Guatemala sin corrupción y sin cientos de miles de guatemaltecos que huyen al extranjero en busca de mejores oportunidades. Guatemala necesita Justicia y Transparencia; depende de nosotros construirla y co-crearla dejando a los viejos políticos y sus viejas mañas en el pasado. Me uno a los ciudadanos y empresarios que llaman a un cambio de las formas y métodos de creación de la riqueza en este país. ¡Podemos ser mejores y corregir el rumbo!