Trabajemos por una Guatemala competitiva y sostenible: mis reflexiones y nuevos retos hacia el 2025

Durante este primer año en el gobierno, he tenido el privilegio de conocer diversas perspectivas, tanto nacionales como internacionales, de actores comprometidos con el desarrollo y la competitividad de nuestro país. Mi labor en el Ministerio de Economía, asesorando en temas de Comercio Sostenible, ha sido una experiencia profundamente transformadora que me ha permitido derribar paradigmas y contribuir al desarrollo de planes para que Guatemala se consolide como un actor económico atractivo, sólido y sostenible. Estoy profundamente agradecido con el equipo del Ministerio y con los representantes de organizaciones internacionales, el sector productivo y la sociedad civil, quienes generosamente nos han compartido su conocimiento y visión para contribuir a la construcción de una Guatemala más sostenible y competitiva.

 Sin duda, Guatemala tiene una oportunidad única en este momento para cultivar su especialización y manufactura con valor agregado trascendiendo la dotación básica de commodities para el mundo. Guatemala debe continuar invirtiendo estratégicamente en capital humano, impulsando la educación, la investigación y la formación especializada y para esto se requiere de un equipo desde el gobierno comprometido con la construcción de un mejor país. Este compromiso ha sido la guía de nuestro equipo de trabajo en el gobierno y continuará siéndolo en futuras posiciones en las que trabajaremos en 2025.

Pero cultivar esta oferta con valor agregado también requiere que entendamos las complejas condiciones de la demanda global y nos preparemos con prácticas resilientes. Desde el gobierno debemos continuar fortaleciendo un mercado interno exigente y sofisticado que impulse a las empresas a la innovación constante. Para lograr esto, el desarrollo de la competitividad de las MIPYME es una prioridad y también la construcción de las redes de negocios e infraestructura que permitan llevar este desarrollo a toda Guatemala. Un mercado interno que demande altos estándares de calidad y se mantenga a la vanguardia de las necesidades globales, como lo demuestra un estudio del BID que vincula la exigencia local con un 20% más de probabilidades de exportar, es crucial para el éxito de nuestro país. Asimismo, el desarrollo de clústeres de industrias interconectadas, como el exitoso caso del turismo de salud y tantos otros ejemplos de dinamismo empresarial, permitirán la colaboración, el intercambio de conocimientos y la generación de sinergias que multiplican la competitividad.

Como grandes retos para los próximos tres años, tenemos el centrarnos en la estrategia sostenible que la Política de Gobierno 2024-28 ha presentado y mantenerla alineada con el Plan Nacional de Desarrollo: K’atun Nuestra Guatemala 2032 velando porque prioricemos los cinco pilares estratégicos del plan: 1. Reducir las brechas de desigualdad entre la Guatemala urbana y rural, 2. Fomentar un bienestar para toda la gente y 3. Contribuir a facilitar la creación de riquezas para todos y para todas velando porque estos no comprometan el aprovechamiento sostenible de 4. Recursos naturales para hoy y para el futuro. Todo esto, recordando la obligación de todos nosotros por velar se mantenga un sólido 5. Estado garante de los derechos humanos y conductor del desarrollo,

Entre mis principales metas para el 2025 estarán contribuir a promover un entorno que estimule la creación de empresas dinámicas, capaces de innovar y adaptarse a los desafíos cambiantes del mercado global en distintos territorios del país. Debemos contribuir a reducir el bajo desempeño en el pilar de “Dinamismo empresarial” del Índice de Competitividad Global, donde Guatemala ocupa el puesto 98 de 141 países, asegurando que el Estado fortalezca su participación en el impulso del espíritu emprendedor y la competencia en todos los departamentos.  Asimismo, trabajaremos con todo nuestro compromiso en fomentar una competencia e innovación para fomentar un crecimiento inclusivo. Para esto, la mejora de los servicios estatales cumpliendo estándares de economía circular será vital en los nuevos desarrollos territoriales aprovechando el uso de la digitalización, las energías renovables y los sistemas de saneamiento y reciclaje.  Para lograr esto, deberemos continuar contribuyendo al desarrollo y cumplimiento de un marco regulatorio que aproveche su potencial innovador sin comprometer la equidad. Pero la inversión y la infraestructura no son suficientes. En 2025, me comprometeré a buscar aumentar y mejorar la educación en el país y unir los esfuerzos público-privados para mejorar la tan necesaria inversión en educación como recomienda la UNESCO para construir una fuerza laboral capacitada y reducir las raíces de la migración. Para esto, invertir en infraestructura digital a nivel municipal y promover la alfabetización digital son esenciales para cerrar la brecha digital y facilitar la participación en la economía global de todos los guatemaltecos.

Cierro el 2025 con una profunda alegría con el trabajo que realicé este año junto a tantos compañeros y con un firme compromiso de trabajar por mi país. Estoy convencido de que Guatemala tiene en sus manos la oportunidad de construir un futuro próspero basado en la innovación, la competitividad y el crecimiento inclusivo. Este es el momento crucial para unirnos como nación y enfocar nuestros esfuerzos hacia un propósito común. Si trabajamos juntos, estoy seguro de que las metas de Desarrollo Sostenible estarán cada vez más al alcance, permitiendo que Guatemala libere todo su potencial y se posicione en el mapa global por las razones correctas, generando beneficios reales y duraderos para todos y todas.

Salud no es ausencia de enfermedades, es bienestar

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En el curso del doctorado en Desarrollo Sostenible que estudio actualmente, explicaba el doctor Luján Lunsford cuáles eran los retos socioeconómicos y culturales de buscar soluciones a la situación de la salud en Guatemala. Muy claro fue su análisis para explicar que la salud no es ausencia de enfermedades. Especialmente, en países como Guatemala con tan compleja geografía, clima, cultura y sistemas económicos. De esta sesión sale este breve artículo para meditar.

La salud, tradicional e históricamente definida como la ausencia de enfermedad, es una interpretación estrecha que no logra captar ni la complejidad del bienestar humano ni el difícil recorrido humano de las ciencias de la salud que se han enfocado en enterrar pacientes. Particularmente en países tropicales como Guatemala, esta visión limitada pasa por alto la naturaleza multifacética de la salud. Un enfoque más integral considera factores que tienen al centro una visión de análisis global y de desarrollo sostenible. Estos factores deberían de analizar las interrelaciones de factores físicos, mentales, sociales y ambientales, reconociendo que la salud es una interacción intrincada de varios elementos que contribuyen al bienestar general de un individuo. Esta perspectiva holística es crucial para abordar los desafíos únicos que enfrentan las regiones tropicales, donde factores como el clima, las condiciones socioeconómicas y el acceso a la atención médica desempeñan un papel importante en los resultados de salud y en los subsecuentes estilos de vida que requieren del uso de productos químicos, fertilizantes y pesticidas que protejan los cultivos y permitan llevar los alimentos a las mesas de Guatemala y de Europa.

Una visión holística de la práctica del principio de Bienestar en el uso de la tecnología yasegurar beneficios económicos y a la salud de los humanos y del planeta

Los desafíos en los países tropicales

En Guatemala, el clima tropical crea un conjunto único de desafíos de salud, incluida la prevalencia de enfermedades transmitidas por vectores como la malaria y el dengue y que se han agravado con el surgimiento del Covid y sus variantes. Sin embargo, abordar estas enfermedades por sí solo no es suficiente para fomentar una población sana. ¿Pero qué es una población sana? Una definición común es la de “aquella que consigue disponer de bienes suficientes para sobrevivir y crece con el excedente que se genera entre lo que produce y lo no consume en mantenimiento, sino lo invierte en su crecimiento.”

Las altas tasas de desnutrición, el acceso limitado al agua potable y el saneamiento inadecuado también afectan significativamente la salud y dificultan identificar qué es una condición “normal” de salud humana. Además, las disparidades socioeconómicas exacerban estos problemas, dejando a las comunidades marginadas particularmente vulnerables y en la mayoría de los casos fuera de los indicadores y encuestas nacionales de condiciones de vida. Por lo tanto, un enfoque holístico de la salud en Guatemala debe abarcar una gama más amplia de determinantes, incluyendo no solo la nutrición, la educación y los servicios sociales sino la felicidad y la estabilidad emocional.

¿Pero qué es el bienestar?

El bienestar implica múltiples dimensiones, cada una de las cuales contribuye a la salud general de las personas y las comunidades. El bienestar físico es fundamental y abarca una nutrición adecuada, ejercicio y acceso a atención médica. Es un proceso intergeneracional de familias que han mantenido condiciones de buen vivir y les han asegurado visiones de vida en las que la enfermedad es resultado de situaciones excepcionales. La salud mental es igualmente importante y requiere sistemas de apoyo para el estrés, la ansiedad y otras afecciones psicológicas y la vida de bienestar implica un amplio cuidado por la salud mental como por la salud física.

El bienestar social implica la calidad de las relaciones y el apoyo comunitario, que son esenciales para la salud emocional y mental de forma continuada y retroactiva. La salud ambiental considera el impacto de las condiciones de vida, como el aire y el agua limpios, la vivienda segura y los espacios verdes. La estabilidad económica y las oportunidades educativas también desempeñan un papel crucial a la hora de permitir que las personas lleven una vida sana y plena.

Fotografía de un retiro de yoga ubicado en el lago de Atitlán, Guatemala

En estas condiciones, ¿qué requisitos deberían de cumplir nuestras sociedades para vivir en bienestar?

Crear una sociedad que promueva el bienestar integral requiere un enfoque multifacético. En primer lugar, es necesario fortalecer los sistemas de salud para brindar servicios integrales que vayan más allá del tratamiento de enfermedades e incluyan atención preventiva, apoyo a la salud mental y educación sanitaria. En Guatemala, esto significa mejorar la infraestructura de atención médica, capacitar a más profesionales de la salud y garantizar el acceso equitativo a los servicios en las áreas urbanas y rurales. Ir más allá de cuidar la salud por el afán de la salud no es suficiente y requiere de una planeación de largo plazo que permita construir las condiciones mínimas de bienestar intergeneracional. Esto implica la contribución estatal constante y enfocada en la reducción de las desigualdades y la construcción de sistemas de servicios públicos que construyan ambientes seguros, espacios verdes y zonas de reunión culturales y sociales.

Importancia de las políticas sociales y económicas

Las políticas sociales deben abordar las causas profundas de las disparidades en salud. Esto incluye implementar programas para combatir la desnutrición, mejorar el agua y el saneamiento y brindar educación y oportunidades económicas. Por ejemplo, los programas de nutrición comunitarios pueden ayudar a abordar la malnutrición, mientras que las inversiones en educación pueden dotar a las personas de los conocimientos y habilidades necesarios para mejorar su salud y sus medios de vida. Las políticas económicas deben apuntar a reducir la pobreza y proporcionar redes de seguridad social, asegurando que todos los ciudadanos tengan los recursos necesarios para mantener su salud. Repensando la salud, los hospitales deberían de dejar de funcionar como centros de captación de enfermos y convertirse en centros de integración social y de participación de la comunidad que sumen a un bienestar integral de las comunidades. En sociedades con mayor bienestar, es muy común ver hospitales rodeados de plazas, jardines y puntos colectivos de reunión y de transporte. El hospital en estos lugares se convierte en una institución de construcción social y no de obnulación y alienación como suele ocurrir con los hospitales que vemos se construyen aún hoy en día con altos muros, barrotes y territorios alejados del acceso de las personas “sanas”.

La salud en países tropicales como Guatemala no puede abordarse adecuadamente centrándose únicamente en la ausencia de enfermedades. Decir que quienes vivimos en estos países vivimos “sanamente” requiere de una comprensión y de un enfoque holístico que abarque el bienestar físico, mental, social y ambiental como factores esenciales para redefinir las condiciones en las que vivimos.

Al fortalecer los sistemas de salud, implementar políticas sociales y económicas integrales, involucrarnos más en nuestras comunidades y promover la gestión ambiental de los recursos naturales que compartimos, Guatemala puede crear una sociedad que apoye el bienestar integral y nos permita a todos prosperar en comunidad. Lograr esto no es difícil siempre y cuando se cuente con una voluntad comunitaria unificada en construir estas condiciones de vida. Lograr el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida en general debe partir por construir sociedades que vivan realmente sanas y en bienestar.

Los satélites en la resiliencia climática de Guatemala y del sur global

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En Guatemala y en el resto del sur global, donde la pobreza es aún mayor, la vulnerabilidad climática será más pronunciada, y los gobiernos enfrentarán desafíos aún más complejos. Afortunadamente, la tecnología es uno de los principales aliados que nuestros países tienen, y el rápido desarrollo de los sistemas satelitales es una herramienta invaluable y accesible para todos de forma gratuita. La información satelital ofrece soluciones prometedoras para mitigar los impactos del cambio climático y permitirá a los gobiernos y empresas privadas adoptar prácticas más sostenibles, mejorar la preparación ante desastres y optimizar la gestión de recursos.

Ejemplo del uso de satélites para la medición del nivel potencial de pobreza en base a la electrificación (artículo en el journal Science)

Debido a que el cambio climático aumentará la pobreza y la inseguridad alimentaria, además de incrementar los daños a la infraestructura como indicaron en un estudio reciente (ver artículo) Adrien Bilal de Harvard y Diego R. Känzig de la Universidad de Northwestern el uso de tecnologías satelitales será muy valiosa para prevenir y mapear futuros incendios forestales, deforestación ilegal, identificación de zonas vulnerables a desastres naturales y a potenciales eventos climáticos extremos.

El uso satelital en la agricultura es una de los principales aportes que esta tecnología tiene para combatir el cambio climático. La agricultura es la piedra angular la economía de Guatemala y es muy susceptible al cambio climático. Al 2021, más del 29% de la población ocupada se dedicaba a la agricultura según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos -ENEI- y después del comercio y la industria, el 10% del PIB era generado por el sector agrícola de acuerdo al Banco de Guatemala -BANGUAT-. Ante esta importante industria, los mapas satelitales permitirán proporcionar datos críticos que ayuden a los agricultores a tomar decisiones informadas.

Científicos de la industria del azúcar en Guatemala utilizan herramientas tecnológicas para investigaciones sobre niveles de fertilización y nutrición vegetal, riego, agricultura de precisión, entre otros. En el ámbito de la agricultura de precisión, se utilizan imágenes de satélite de la Agencia Espacial Europea y de la NASA para controlar la humedad y determinar la madurez de la caña para la cosecha consiguiendo que la industria guatemalteca utilice 47% menos agua que el promedio industrial global.

Por ejemplo, ls imágenes satelitales con acceso gratuito de resoluciones cada vez mayores permitirán monitorear la salud de los cultivos, la humedad del suelo y los patrones climáticos en tiempo real ayudando a reducir el uso de agua, abonos y pesticidas de los cultivos como ya se utiliza en industrias clave del país como el azúcar, el café o la palma. Esta información permite a los agroempresarios optimizar el riego generar mayores rendimientos y reduce la huella ecológica de las actividades agrícolas.

Guatemala es mucho más vulnerable a los desastres naturales que el resto de países con mayores ingresos y mejores condiciones económicas. Con la aceleración del calentamiento global, desastres naturales son cada vez más frecuentes y cada vez más graves. Los mapas satelitales desempeñarán un papel crucial en la preparación y respuesta ante desastres ofreciendo información adelantada y más precisa para mapear la trayectoria de huracanes o la duración de inundaciones y sequías. Esta información será de muchísima utilidad para alimentar los sistemas de alerta temprana de instituciones como CONRED, permitiendo contar con información que permita al gobierno tomar decisiones críticas sobre evacuaciones o zonas de albergues temporales. Las imágenes satelitales posteriores al desastre ayudarán a evaluar de mejor manera y con mayor precisión los daños y coordinar los esfuerzos de socorro y de reconstrucción para evitar realizar inversiones en puentes y carreteras sobre territorios que quedarán en zonas altamente vulnerables de futuros desastres.

Los incendios forestales en 2024 fueron identificados por el sistema de Emergencias Copernicus de la Unión Europea (UE) y se identificaron focos de incendio potenciales a ser detenidos antes de su crecimiento

La deforestación es un importante contribuyente al cambio climático, particularmente en las regiones en desarrollo con una extensa cubierta forestal. Los mapas satelitales ofrecen una poderosa herramienta para monitorear la deforestación en tiempo real. Pueden detectar actividades de tala ilegal, rastrear cambios en la cubierta forestal y proporcionar datos para hacer cumplir las regulaciones ambientales. Además, la tecnología satelital apoya los esfuerzos de reforestación al identificar áreas adecuadas para plantar y monitorear el crecimiento de nuevos bosques. Esto ayuda a garantizar que los proyectos de reforestación sean exitosos y contribuyan al secuestro de carbono, la conservación de la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas.

La escasez de agua es un problema apremiante en muchas economías en desarrollo, exacerbado por el cambio climático. Los mapas satelitales son fundamentales para gestionar los recursos hídricos de manera más eficaz. Pueden monitorear los niveles de ríos, lagos y embalses, rastrear cambios en el agua subterránea y evaluar los impactos de las sequías. Al proporcionar una visión integral de los recursos hídricos, la tecnología satelital permite una mejor planificación y gestión. Los gobiernos y las comunidades pueden implementar medidas para conservar el agua, asignarla de manera más eficiente y desarrollar estrategias para hacer frente a la escasez de agua. Esto es crucial para garantizar la seguridad hídrica y apoyar el desarrollo sostenible.

Los satélites también pueden ser utilizados para medir la disponibilidad de los recursos hídricos. En la imagen se observa el estudio de USAC CEUR con la identificación de zonas de la ciudad de Guatemala con escasez de agua. (link a artículo)

La urbanización está aumentando rápidamente en las economías en desarrollo, lo que a menudo conduce a un crecimiento no planificado e insostenible. Los mapas satelitales ofrecen información detallada que puede guiar la planificación y el desarrollo urbano. Proporcionan datos sobre el uso de la tierra, la infraestructura, la densidad de población y las condiciones ambientales. Con esta información, los planificadores urbanos pueden diseñar ciudades que sean más resilientes al cambio climático. Pueden incorporar espacios verdes, mejorar la gestión de residuos y mejorar los sistemas de transporte público para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El desarrollo urbano sostenible no sólo mitiga los impactos del cambio climático sino que también mejora la calidad de vida de los residentes.

La transición a las energías renovables es esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los mapas satelitales son invaluables para identificar ubicaciones óptimas para proyectos de energía renovable como la solar, la eólica y la hidroeléctrica. Pueden evaluar factores como la radiación solar, los patrones del viento y el flujo de agua para determinar los mejores sitios para la generación de energía. Al facilitar el desarrollo de energías renovables, la tecnología satelital ayuda a las economías en desarrollo a reducir su dependencia de los combustibles fósiles, reducir las emisiones de carbono y lograr la seguridad energética. Esta transición apoya el desarrollo sostenible y mitiga los impactos del cambio climático.

Índice de Libertad de Prensa 2024

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Por un año más ha sido publicado el Índice Mundial de Libertad de Prensa de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). Este informe es una herramienta muy importante para revelar la situación de la Libertad y la Democracia en el mundo. El índice no solo evalúa la libertad sino la capacidad de los estados para proteger a sus ciudadanos y fortalecer el estado de derecho.

Este índice es especialmente importante para países del sur global que, como Guatemala, han venido luchando por muchas décadas con la falta de transparencia y la corrupción campante de sus sistemas económicos y políticos. En nuestros países, el giro de estos indicadores hacia caminos positivos es el resultado de planes concretos y con metas de largo plazo para combatir el terrible impacto que la corrupción e impunidad tienen sobre la vida humana en general.

En regiones donde la corrupción puede obstaculizar gravemente el desarrollo, una prensa libre es esencial para descubrir y denunciar malas conductas gubernamentales e institucionales. El índice enfatiza que, para fiscalizar a quienes están en el poder, los medios deben ser capaces de garantizan que el público permanezca informado sobre las acciones gubernamentales de forma libre de coerción y amenazas.

La libertad de prensa es también un indicador importante del potencial de crecimiento económico de los países del sur global ya que los inversionistas correlacionan una mayor libertad de prensa con una mayor democracia y respeto del estado de derecho.

A mayor libertad de prensa = mayor transparencia de los gobiernos

Los países con puntuaciones más altas en materia de libertad de prensa suelen ser percibidos como de menor riesgo para la inversión, ya que atraen más capital extranjero y fomentan un mejor entorno empresarial. Además, una prensa libre facilita la eficiencia del mercado al proporcionar información crítica sobre las condiciones del mercado, lo que permite a las empresas y a los consumidores tomar decisiones más informadas.

Para el año 2024, Guatemala cayó al puesto 138 versus la posición 127 en 2023. El país cayó once puestos abajo del listado y se posiciona en una situación difícil luego de varios gobiernos de opresión judicial y ataques directos contra los medios de comunicación por el gobierno, la alianza del conocido “Pacto de Corruptos” y militantes de la extrema derecha que resienten los derechos de la población por informarse y crear sus propios criterios.

Al respecto, en una entrevista dada por la periodista y defensora de la libertad de expresión Evelyn Blanck, indicó que era una “alerta que los informadores que se han visto obligados a salir de Guatemala están en una situación “muy crítica” y que aún no hay condiciones para que regresen al país, pese al giro positivo en cuanto a la prensa que se ha dado con el Gobierno del nuevo presidente Bernardo Arévalo de León.” El retorno de mayores libertades y de periodistas y jueces que se mantenían críticos de los dos últimos gobiernos continúa siendo amenazado por un sistema judicial cooptado por la corrupción y por múltiples personas acusadas de vínculos con el crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico según la Ley Magnitsky, la Lista Engel, la Unión Europea y muchos otros gobiernos amigos de Guatemala.

La libertad de prensa es una de las piedras angulares de una nación de ciudadanos libres. Es un principio clave en la ideología política del liberalismo clásico. Los argumentos expuestos en Areopagitica (1644) de John Milton y On Liberty (1859) de John Stuart Mill siguen siendo pilares indiscutibles que abogan por la impresión sin licencia, que sirve como elemento vital de la literatura y la libre expresión.

Una prensa verdaderamente libre sólo puede existir cuando existe control privado sobre los medios de producción. En un estado socialista, donde el gobierno posee y opera todas las instalaciones de publicación e imprenta, la noción de prensa libre está inherentemente comprometida. Sin propiedad privada, la diversidad de puntos de vista y la independencia de los medios de comunicación se ven gravemente restringidas.

Los individuos tienen la libertad de elegir lo que leen y opinar y discutir con otros, pero la situación cambia cuando las personas se ven amenazadas con graves represalias por patrocinar determinadas publicaciones o filosofías. En muchos países como Guatemala, los editores enfrentan el temor de boicots por parte de sindicatos o poderes oligárquicos, lo que los lleva a evitar discusiones abiertas y, a menudo, a ceder a las demandas de las élites políticas y económicas. Esto socava la independencia de la prensa y sofoca la libre expresión.

En su esencia, la libertad de prensa no se trata sólo de la capacidad de publicar, sino también de mantener la independencia y la diversidad que permiten a la sociedad y a cada uno de nosotros criticar nuestro actuar y reflexionar sobre nosotros mismos. Esta libertad es crucial para una sociedad vibrante y democrática y debe protegerse ferozmente contra cualquier forma de represión para que, en los próximos años del gobierno, logremos recuperarnos del terror y violaciones de la libertad individual y de prensa que han impuesto las cortes corruptas y el MP.

Las Cláusulas Espejo en la Era de la Sostenibilidad

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El comercio internacional es cada vez más complejo de lo esperado gracias a las preocupaciones sobre los límites de la producción humana. Con el aumento de las legislaciones nacionales que buscan preservar el medio ambiente, proteger los recursos naturales y fomentar sistemas de economía circular, es muy importante conocer y entender el papel de las cláusulas espejo en el comercio sostenible internacional. Para entender este tema, es necesario empezar por definir qué son las cláusulas espejo y su importancia en el comercio sostenible. Además, presentaré algunos ejemplos, tanto positivos como negativos, de la implementación de estas cláusulas y cuál es su relación con el comercio global.

Las cláusulas espejo son disposiciones contractuales que se incluyen en los acuerdos comerciales internacionales y establecen que las partes contratantes (exportador e importador) deben cumplir con determinados estándares y normas en materia de sostenibilidad. Estas cláusulas reflejan las obligaciones y responsabilidades asumidas por los países o empresas importadoras respecto a la protección del medio ambiente, los derechos laborales, la lucha contra la corrupción y otros aspectos relacionados con el desarrollo sostenible que son parte de la diligencia debida que se exige en los nuevos Reglamentos y Directivas de regiones como el mercado de la Unión Europea. El objetivo de las cláusulas espejo es asegurar que el comercio internacional se realice de forma responsable y sostenible.

El comercio sostenible desempeña un papel crucial en la promoción del desarrollo económico, social y ambiental a nivel global que requiere trascendamos las visiones de soberanía y proteccionismo que se promovieron en el siglo pasado por muchos actores políticos e ideologías. A través de prácticas comerciales responsables, se busca garantizar la protección del medio ambiente, el respeto de los derechos laborales, la promoción de la igualdad de género y el fomento de la transparencia y la lucha contra la corrupción. Como resultado, estas prácticas de comercio son uno de los más efectivos motores para reducir la pobreza, mejorar la calidad de vida de las comunidades, fortalecer las economías locales y alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS, por sus siglas). En este marco, las cláusulas espejo juegan un papel fundamental al establecer compromisos concretos y verificables en los acuerdos comerciales, lo que permite garantizar que las prácticas comerciales sean sostenibles y respetuosas con los derechos humanos.

Efectos positivos y negativos de las cláusulas espejo

Existen diversos ejemplos positivos de la aplicación de cláusulas espejo en el comercio sostenible internacional. Uno de ellos es el caso de la Unión Europea, que ha incluido cláusulas espejo en sus acuerdos comerciales para promover la protección del medio ambiente y el respeto a los derechos laborales de sus industrias locales y de las industrias de donde se proveen de importaciones. Gracias a estas cláusulas, se ha logrado reducir la huella de carbono de los productos importados, la disminución de la deforestación y garantizar condiciones de trabajo dignas a lo largo de toda la cadena de suministro. Otro ejemplo es el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Guatemala, el cual incluye cláusulas espejo que garantizan el cumplimiento de estándares de sostenibilidad en diversas áreas como la protección del medio ambiente y los derechos humanos.

La falta de cláusulas espejo en acuerdos comerciales puede dar lugar a situaciones negativas en términos de sostenibilidad. Un ejemplo de ello es la explotación laboral en algunos países productores de productos agrícolas o industriales, donde la ausencia de cláusulas espejo ha permitido condiciones de trabajo precarias y salarios injustos en los que no se reconoce la mano de obra que elaboró los productos. Además, sin cláusulas espejo, se corre el riesgo de que se produzca una competencia desleal entre los países exportadores, ya que aquellos que no tienen regulaciones estrictas en materia de sostenibilidad pueden ofrecer productos a precios más bajos sin respetar los estándares mínimos. Esta falta de equidad no solo afecta al medio ambiente y a los trabajadores, sino también a las empresas que sí operan siguiendo prácticas sostenibles, creando un desbalance en el comercio internacional.

El impacto para Guatemala

Guatemala mantiene relaciones importantes con los países del norte global, lo que ha permitido establecer intercambios comerciales significativos que están contribuyendo a acelerar la transición hacia sistemas productivos más sostenibles, ambientalmente responsables y responsables de la seguridad y derechos de su mano de obra. Además, es muy importante enfatizar que las relaciones comerciales de países como Guatemala se han fortalecido con el comercio sostenible, ya que los países del norte global han mostrado interés en promover prácticas comerciales responsables y respetuosas con el medio ambiente para la provisión de productos de primera calidad que solamente pueden ser cultivados o manufacturados en países ricos en recursos como Guatemala. Esta dinámica comercial sostenible ha abierto oportunidades para Guatemala de acceder a mercados más exigentes y desarrollar productos sostenibles que puedan ser valorados en el contexto internacional.

El efecto de las cláusulas espejo en el Pacto Verde podría resultar en la imposición de barreras a las importaciones de productos procedentes de Guatemala hacia la Unión Europea. Por lo tanto, es crucial llevar a cabo un seguimiento detallado y constante de los nuevos desarrollos normativos. Entre otras medidas, la Unión Europea ha,

  1. Implementado el reglamento sobre deforestación
  2. modificado los límites máximos de residuos de plaguicidas y
  3. adoptado un mecanismo de ajuste de frontera para las emisiones de carbono.

Pero estos desarrollos normativos no se quedan acá, es importantísimo que los empresarios y tomadores de decisiones en Guatemala estén en constante diálogo con delegados de la UE y estén al tanto de futuros cambios regulatorios para poder adaptarse y cumplir con los requisitos necesarios con sus exportaciones hacia la Unión Europea de manera efectiva y sostenible.

El siguiente paso de Guatemala y sus países vecinos es continuar mejorando sus procesos y resolver los desafíos que las cláusulas espejo presenten. Entre los desafíos que actualmente tenemos, está la necesidad de adaptarse a más y “mejores” exigencias y estándares de los países del norte global, lo cual implica invertir en la mejora de infraestructuras, fortalecimiento de la certeza jurídica y protección y desarrollo de las capacidades productivas. Como resultado, estas nuevas prácticas comerciales serán sin duda el empuje necesario para acelerar la modernización, la mejora continua, la diligencia debida y la sostenibilidad de las cadenas productivas que impactará en el comercio de todos los productos y servicios que desde el sur global se fabriquen.