El rol de las instituciones ante el Cambio Climático, los Estudios Globales y las ideas de Acemoğlu-Robinson-Johnson

Los Estudios Globales fueron el campo de especialización que estudié durante mis maestrías en Alemania y Dinamarca hace más de diez años. En ese entonces, esta disciplina era aún difícil de explicar y entender, y a menudo enfrentábamos críticas debido a su enfoque interdisciplinario, que examina exhaustivamente procesos, sistemas y problemas globales con énfasis en la interconexión de las dinámicas económicas, políticas y sociales entre las naciones. Esto nos llevaba a complejas discusiones ad infinitum que a los académicos suele irritar. Con la reciente entrega del Nobel de Economía 2024 a Acemoğlu, Robinson y Johnson, en particular por su análisis de los marcos institucionales y su impacto en el desarrollo económico en Why Nations Fail, considero relevante compartir cómo sus ideas se alinean con los Estudios Globales. Estos académicos exploran el papel fundamental de las instituciones políticas y económicas en la configuración de las desigualdades entre países, y cómo estas instituciones resultan clave para enfrentar la crisis climática actual.

Las ideas de Acemoğlu-Robinson-Johnson y de los Estudios Globales se alimentan de una gran diversidad de autores, perspectivas e ideologías y son complementarios por ramas muy importantes como la Teoría de los Sistemas Mundiales de Wallerstein, que considera al capitalismo global como un sistema que mantiene dependencias entre el centro y la periferia, reforzando las disparidades entre las naciones desarrolladas y en desarrollo. Asimismo, el análisis de Marx del capitalismo y las luchas de clases ofrece perspectivas fundamentales sobre las estructuras económicas y las relaciones de poder que los Estudios Globales examinan, especialmente para comprender cómo el capitalismo global puede perpetuar las desigualdades. Juntos, estos académicos y muchos otros que se han especializado en territorios o ramas de las ciencias humanas más específicas, contribuyen a una comprensión integral dentro de los Estudios Globales de cómo los sistemas económicos globales y los factores institucionales influyen en las disparidades y dan forma al orden global.

En mi caso, mi especialización en el impacto que el cambio climático y la práctica de nuevos modelos económicos de comercio sostenible como la economía circular me han llevado a ver cómo fenómenos globales, han suscitado preocupaciones no solo en términos de sus impactos medioambientales, sino también en relación con sus efectos en la estructura y funcionamiento de las instituciones. Este artículo busca explorar la relación entre el cambio climático y las instituciones de forma breve y con temas que podrían tomarnos un libro entero para analizar. Asimismo, presentaré cuál es su rol dentro del contexto de la “big history” o “gran historia” que ha inspirado la ideología detrás de estos autores laureados al presentar una perspectiva histórica que sitúa los eventos humanos dentro de la vasta cronología del universo.

La Big History y el cambio climático: un contexto macrohistórico

Cuando hablamos de “big history” nos referimos a un enfoque donde se considera la historia del ser humano no de manera aislada, sino como una pequeña parte de un proceso mucho más extenso que abarca desde el Big Bang hasta el presente. En este marco, el cambio climático representa un punto de inflexión que puede ser interpretado como un desencadenante de transformaciones a gran escala, similar a otros eventos disruptivos como la Revolución Agrícola o la Revolución Industrial y la actual Revolución del Internet y la Inteligencia Artificial que está reconfigurando desde ya el futuro de la humanidad.

El cambio climático es un evento dentro de esta narrativa que fuerza una reinterpretación de la relación de los seres humanos con el entorno natural y con las instituciones que continuarán sosteniendo esta sociedad vulnerable a las dinámicas de la naturaleza planetaria. Este cambio, se ha convertido en un catalizador que no solo modifica el clima y los ecosistemas, sino que también exige la adaptación de las instituciones y las estructuras económicas y políticas.

El rol de las instituciones y su vinculación con el cambio climático. La Adaptación y Resiliencia son clave

Las instituciones, entendidas como los sistemas de normas, reglas y estructuras organizativas que regulan el comportamiento social y económico, juegan un papel fundamental en la respuesta a la crisis climática. Las instituciones políticas y económicas se encuentran ahora en una encrucijada, ya que deben responder a desafíos sin precedentes que ponen a prueba su capacidad de adaptación y resiliencia. En este contexto, es útil aplicar conceptos de la teoría institucional para analizar cómo las instituciones han reaccionado —o no— ante el cambio climático y cómo otras instituciones han sido las causantes —o no— de la aceleración de este cambio. Al respecto, mencionaré tres funciones clave que pueden resaltar el rol de las instituciones frente a esta problemática:

  1. Regulación ambiental y gobierno eficiente: conforme se intensifica el cambio climático, las instituciones deben desarrollar e implementar regulaciones que promuevan la sostenibilidad y mitiguen los efectos ambientales. Para esto, se requiere crear desde políticas de control de las emisiones de CO2 hasta acuerdos internacionales como el Acuerdo de París y la Agenda 2030. La efectividad de estas regulaciones dependerá de la capacidad de las instituciones para adaptarse a la incertidumbre y coordinar respuestas integrales.
  2. Rediseño económico: el cambio climático también ha implicado una reconfiguración económica y el surgimiento de mecanismos de gobierno autoritarios que limiten el libre mercado y regulen la acción humana hacia sistemas proteccionistas y autoritarios. La transición hacia una economía baja en carbono y sostenible requiere una transformación significativa de las instituciones financieras y comerciales que en algunos países ha dependido de sistemas unipartidistas y totalitarios para reafirmar sus objetivos. Otros, como en la Unión Europea, han logrado establecer el consenso para alcanzar estas metas a la vez que protegen sus economías y cierran sus fronteras a la importación de CO2 vía fletes de transporte o productos fabricados como resultado de la deforestación. Es aquí donde el rol de economistas, internacionalistas y politólogos es crucial para analizar y promover políticas que permitan esta transición sin perjudicar el desarrollo económico.
  3. Innovación social y tecnológica: las instituciones también son fundamentales para fomentar la innovación social y la aceleración de la adaptación tecnológica. Estos son elementos necesarios para enfrentar el cambio climático y para fortalecer una población responsable de sus acciones bajo marcos regulatorios sólidos y certeza jurídica. Las universidades, centros de investigación y principalmente las empresas multinacionales han desempeñado un papel clave en esta reeducación social y aceleración tecnológica mediante la promoción de tecnologías limpias, creación de modas “verdes” y cumplimiento de certificaciones y prácticas sostenibles como el uso de empaques reciclables o de fuentes renovables. La colaboración interinstitucional es esencial para que estas innovaciones puedan escalar y ser efectivas a nivel global.

El rol de las Instituciones en el contexto de la Big History y el cambio climático

En el marco de la “big history” y de los estudios globales, el cambio climático puede ser visto como un momento crucial que demanda una reevaluación de las instituciones existentes de la misma manera en que Acemoglu-Robinson analizaron a países, regiones y civilizaciones. A lo largo de la historia, cada gran cambio estructural ha dado lugar a una reconfiguración de las instituciones, desde las primeras civilizaciones hasta las actuales democracias industriales capitalistas y los sistemas totalitarios de economía mixta. Actualmente, las instituciones enfrentan un reto similar: evolucionar o quedar obsoletas y ser víctimas del cambio climático. Las instituciones que logran adaptarse y promover una economía resiliente y sostenible podrían no solo sobrevivir, sino también liderar un nuevo capítulo en la gran historia de la humanidad. Algo que no ocurre por primera ocasión y que el caso de la caída de la civilización maya es un excelente ejemplo respecto a otros momentos críticos en la historia, en los que la respuesta institucional al cambio climático determinó el curso de la civilización humana.

El camino que queda ante nosotros para combatir el cambio climático desde instituciones nuevas y fortalecidas

Para los académicos y los tomadores de decisiones en el gobierno y las empresas, la relación entre el cambio climático y las instituciones ofrece un campo fértil para el análisis de cómo las estructuras de poder y gobernanza están respondiendo a este desafío global. La historia ha demostrado que las instituciones son capaces de cambiar en respuesta a crisis significativas y hoy nos encontramos ante una oportunidad similar. Por su parte, los globalistas tenemos el inmenso reto de diseñar modelos y estrategias socioeconómicas y políticas que faciliten la transición hacia economías sostenibles, considerando no solo los beneficios ambientales, sino también las implicaciones socioeconómicas para diferentes sectores de la sociedad. El cambio climático, en este contexto, se convierte no solo en un problema que resolver, sino en una oportunidad para reformular y reforzar el papel de las instituciones en el desarrollo humano. La premiación que hicieron del Nobel a Acemoğlu-Robinson-Johnson, nos debe invitar a continuar haciendo siempre análisis interdisciplinarios para entender cómo podremos enfrentar el futuro y construir sociedades más resilientes y sostenibles en el marco de los desafíos actuales y venideros.

Los satélites en la resiliencia climática de Guatemala y del sur global

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En Guatemala y en el resto del sur global, donde la pobreza es aún mayor, la vulnerabilidad climática será más pronunciada, y los gobiernos enfrentarán desafíos aún más complejos. Afortunadamente, la tecnología es uno de los principales aliados que nuestros países tienen, y el rápido desarrollo de los sistemas satelitales es una herramienta invaluable y accesible para todos de forma gratuita. La información satelital ofrece soluciones prometedoras para mitigar los impactos del cambio climático y permitirá a los gobiernos y empresas privadas adoptar prácticas más sostenibles, mejorar la preparación ante desastres y optimizar la gestión de recursos.

Ejemplo del uso de satélites para la medición del nivel potencial de pobreza en base a la electrificación (artículo en el journal Science)

Debido a que el cambio climático aumentará la pobreza y la inseguridad alimentaria, además de incrementar los daños a la infraestructura como indicaron en un estudio reciente (ver artículo) Adrien Bilal de Harvard y Diego R. Känzig de la Universidad de Northwestern el uso de tecnologías satelitales será muy valiosa para prevenir y mapear futuros incendios forestales, deforestación ilegal, identificación de zonas vulnerables a desastres naturales y a potenciales eventos climáticos extremos.

El uso satelital en la agricultura es una de los principales aportes que esta tecnología tiene para combatir el cambio climático. La agricultura es la piedra angular la economía de Guatemala y es muy susceptible al cambio climático. Al 2021, más del 29% de la población ocupada se dedicaba a la agricultura según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos -ENEI- y después del comercio y la industria, el 10% del PIB era generado por el sector agrícola de acuerdo al Banco de Guatemala -BANGUAT-. Ante esta importante industria, los mapas satelitales permitirán proporcionar datos críticos que ayuden a los agricultores a tomar decisiones informadas.

Científicos de la industria del azúcar en Guatemala utilizan herramientas tecnológicas para investigaciones sobre niveles de fertilización y nutrición vegetal, riego, agricultura de precisión, entre otros. En el ámbito de la agricultura de precisión, se utilizan imágenes de satélite de la Agencia Espacial Europea y de la NASA para controlar la humedad y determinar la madurez de la caña para la cosecha consiguiendo que la industria guatemalteca utilice 47% menos agua que el promedio industrial global.

Por ejemplo, ls imágenes satelitales con acceso gratuito de resoluciones cada vez mayores permitirán monitorear la salud de los cultivos, la humedad del suelo y los patrones climáticos en tiempo real ayudando a reducir el uso de agua, abonos y pesticidas de los cultivos como ya se utiliza en industrias clave del país como el azúcar, el café o la palma. Esta información permite a los agroempresarios optimizar el riego generar mayores rendimientos y reduce la huella ecológica de las actividades agrícolas.

Guatemala es mucho más vulnerable a los desastres naturales que el resto de países con mayores ingresos y mejores condiciones económicas. Con la aceleración del calentamiento global, desastres naturales son cada vez más frecuentes y cada vez más graves. Los mapas satelitales desempeñarán un papel crucial en la preparación y respuesta ante desastres ofreciendo información adelantada y más precisa para mapear la trayectoria de huracanes o la duración de inundaciones y sequías. Esta información será de muchísima utilidad para alimentar los sistemas de alerta temprana de instituciones como CONRED, permitiendo contar con información que permita al gobierno tomar decisiones críticas sobre evacuaciones o zonas de albergues temporales. Las imágenes satelitales posteriores al desastre ayudarán a evaluar de mejor manera y con mayor precisión los daños y coordinar los esfuerzos de socorro y de reconstrucción para evitar realizar inversiones en puentes y carreteras sobre territorios que quedarán en zonas altamente vulnerables de futuros desastres.

Los incendios forestales en 2024 fueron identificados por el sistema de Emergencias Copernicus de la Unión Europea (UE) y se identificaron focos de incendio potenciales a ser detenidos antes de su crecimiento

La deforestación es un importante contribuyente al cambio climático, particularmente en las regiones en desarrollo con una extensa cubierta forestal. Los mapas satelitales ofrecen una poderosa herramienta para monitorear la deforestación en tiempo real. Pueden detectar actividades de tala ilegal, rastrear cambios en la cubierta forestal y proporcionar datos para hacer cumplir las regulaciones ambientales. Además, la tecnología satelital apoya los esfuerzos de reforestación al identificar áreas adecuadas para plantar y monitorear el crecimiento de nuevos bosques. Esto ayuda a garantizar que los proyectos de reforestación sean exitosos y contribuyan al secuestro de carbono, la conservación de la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas.

La escasez de agua es un problema apremiante en muchas economías en desarrollo, exacerbado por el cambio climático. Los mapas satelitales son fundamentales para gestionar los recursos hídricos de manera más eficaz. Pueden monitorear los niveles de ríos, lagos y embalses, rastrear cambios en el agua subterránea y evaluar los impactos de las sequías. Al proporcionar una visión integral de los recursos hídricos, la tecnología satelital permite una mejor planificación y gestión. Los gobiernos y las comunidades pueden implementar medidas para conservar el agua, asignarla de manera más eficiente y desarrollar estrategias para hacer frente a la escasez de agua. Esto es crucial para garantizar la seguridad hídrica y apoyar el desarrollo sostenible.

Los satélites también pueden ser utilizados para medir la disponibilidad de los recursos hídricos. En la imagen se observa el estudio de USAC CEUR con la identificación de zonas de la ciudad de Guatemala con escasez de agua. (link a artículo)

La urbanización está aumentando rápidamente en las economías en desarrollo, lo que a menudo conduce a un crecimiento no planificado e insostenible. Los mapas satelitales ofrecen información detallada que puede guiar la planificación y el desarrollo urbano. Proporcionan datos sobre el uso de la tierra, la infraestructura, la densidad de población y las condiciones ambientales. Con esta información, los planificadores urbanos pueden diseñar ciudades que sean más resilientes al cambio climático. Pueden incorporar espacios verdes, mejorar la gestión de residuos y mejorar los sistemas de transporte público para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El desarrollo urbano sostenible no sólo mitiga los impactos del cambio climático sino que también mejora la calidad de vida de los residentes.

La transición a las energías renovables es esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los mapas satelitales son invaluables para identificar ubicaciones óptimas para proyectos de energía renovable como la solar, la eólica y la hidroeléctrica. Pueden evaluar factores como la radiación solar, los patrones del viento y el flujo de agua para determinar los mejores sitios para la generación de energía. Al facilitar el desarrollo de energías renovables, la tecnología satelital ayuda a las economías en desarrollo a reducir su dependencia de los combustibles fósiles, reducir las emisiones de carbono y lograr la seguridad energética. Esta transición apoya el desarrollo sostenible y mitiga los impactos del cambio climático.

El Costo del Calor, ¿cómo el cambio climático afectará la economía global y amenaza la paz mundial?

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Hace unos días fue publicado el artículo de Adrien Bilal de Harvard y Diego R. Känzig de la Universidad de Northwestern analizando el impacto de los cambios globales de temperatura en la actividad económica y su impacto en el crecimiento del PIB per cápita. Este importantísimo artículo ha sido publicado justamente en una fecha muy lamentable para el estudio del cambio climático antropogénico dado que, a partir del 1 de junio de 2024, la media móvil de 365 días de la temperatura de la superficie global alcanzó 1,63°C por encima de la línea de base preindustrial de 1850-1900. Ante esta situación, los expertos están actualizando todos sus indicadores debido al rápido incremento de la temperatura global que está alterando todos los modelos de proyección. A esta crítica situación de valores atípicos, se suma que la anomalía diaria vuelve a superar los 1,7°C.

En el estudio, “The Macroeconomic Impact of Climate Change: Global vs. Local Temperature(link al PDF) Bilal y Kännzig exploran las diferencias entre los efectos de la temperatura global y la temperatura local, destacando cómo estos choques climáticos afectan tanto la productividad como la depreciación del capital, impactando a los países ricos y pobres por igual, aunque de manera exponencialmente más fuerte en los países pobres.

Los investigadores descubrieron que un aumento de 1°Celsius en la temperatura global conduce a una disminución del 12% en el producto interno bruto (PIB) mundial (equivalente casi al PIB de China al 2023), este dato es una estimación mucho más alta que la de análisis anteriores. El mundo ya se ha calentado más de 1°Celsius desde la época preindustrial, y muchos científicos del clima predicen que se producirá un aumento de 3°Celsius para finales de este siglo. La causa de esta aceleración del calentamiento radica en que la quema de combustibles fósiles e industrialización se mantendrá incrementando. El anterior, es un escenario que, según el nuevo documento de trabajo tendrá un costo económico enorme.

El estudio evalúa las consecuencias del cambio climático en el bienestar general y en el costo social del carbono. Bilal y Känzig sostienen que sus resultados indican un costo social del carbono (SCC) de $1,056 por tonelada de CO2 y una pérdida de bienestar del 31% en un escenario de calentamiento moderado. Esto es comparable a los efectos de una guerra perpetua en el mundo.

Estos hallazgos subrayan que el cambio climático no solo es una amenaza significativa para la economía mundial, sino que también tiene implicaciones importantes para la política de descarbonización. Bilal y Känzig destacan que muchas intervenciones de descarbonización tienen un costo que varía entre $27 y $95 por tonelada de CO2 eliminada que también confirma el estudio “Implicaciones económicas de las disposiciones climáticas de la Ley de Reducción de la Inflación” realizado por Bistline et al. en 2023.

La recomendación de los autores enfatiza en la importancia de entender estos efectos para poder desarrollar políticas eficaces que mitiguen el impacto económico del cambio climático y promuevan un crecimiento sostenible que evite los conflictos bélicos.

El cambio climático, al alterar los patrones climáticos y reducir la disponibilidad de recursos naturales esenciales como agua y tierras cultivables, puede exacerbar tensiones sociales y económicas, incrementando la probabilidad de conflictos armados. Las poblaciones afectadas por sequías prolongadas, inundaciones y otros eventos extremos pueden verse forzadas a migrar, generando competencia por recursos escasos en las áreas receptoras y potenciales enfrentamientos. Para detener esta trayectoria hacia la conflictividad, es crucial implementar políticas globales y regionales de manejo sostenible de recursos, promover la cooperación internacional para la adaptación climática y la resiliencia comunitaria, e invertir en tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles que optimicen el uso de los recursos naturales. Además, fomentar la descarbonización de las economías y el uso de energías renovables reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigando así los impactos más severos del cambio climático.

Oportunidades, desafíos y perspectivas a futuro de las políticas climáticas y energéticas de la UE

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La evolución de las políticas verdes en la Unión Europea muestra una clara tendencia hacia objetivos cada vez más ambiciosos y enfoques integrales. Inicialmente, la UE fijó objetivos relativamente modestos, como el Paquete 20-20-20 para 2020, que apuntaba a una reducción del 20% de las emisiones para 2030. Con el tiempo, estos objetivos se han vuelto más ambiciosos, como lo demuestra el Pacto Verde Europeo. (EGD), que establece objetivos como una reducción del 55% de las emisiones para 2035 y la neutralidad climática para 2050. Esta progresión pone de relieve el compromiso de la UE de reforzar sus políticas climáticas y energéticas con una perspectiva de largo plazo y alcanzar las metas que, como se observa en la siguiente gráfica, permitirán al continente cumplir sus compromisos globales.

Otra tendencia importante en las políticas climáticas y energéticas de la UE es la ampliación de su alcance para integrar consideraciones climáticas y energéticas en diversas áreas políticas. El EGD ejemplifica esto al colocar las preocupaciones ambientales y climáticas en el centro de las estrategias de desarrollo económico, en lugar de tratarlas como cuestiones separadas. Este enfoque integral refleja el principio de integración de políticas, asegurando que las políticas climáticas y ambientales estén entrelazadas con otros sectores.

Un aspecto crucial de la formulación de políticas climáticas y energéticas de la UE es su alineación con los compromisos internacionales y la influencia de los contextos globales. El EGD, por ejemplo, estuvo influenciado significativamente por acuerdos internacionales como el Acuerdo de París y por la demanda pública de una acción ambiental más fuerte. Esta tendencia subraya la capacidad de respuesta de la UE a la dinámica climática global y su papel en el impulso de iniciativas climáticas internacionales.

Al considerar los acontecimientos recientes en la política climática de la UE, como el Pacto Verde Europeo, surgen varias oportunidades y desafíos. La crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, por ejemplo, llevó a la UE a reevaluar sus dependencias energéticas, lo que llevó a la creación del Plan REPowerEU. Esta situación pone de relieve una oportunidad para que la UE mejore su seguridad energética y diversifique sus fuentes de energía.

La eficiencia energética, particularmente en los edificios, presenta otra oportunidad importante. Los edificios representaron el 42% del consumo de energía en la UE en 2021, y los edificios residenciales tienen un potencial sustancial para mejorar la eficiencia energética que, desde la pandemia y la guerra con Rusia, ha incrementado el uso de energías renovables. Sin embargo, no todos pueden permitirse el lujo de renovar sus hogares, lo que enfatiza la necesidad de que la EGD apoye las mejoras en la eficiencia energética, especialmente para las poblaciones vulnerables. Abordar las ineficiencias en los sistemas alimentarios también representa un importante impulsor de la acción climática, dada su contribución sustancial a las emisiones de gases de efecto invernadero.

A pesar de estas oportunidades, el EGD enfrenta varios desafíos. Un desafío importante es su naturaleza como estrategia de crecimiento, mientras que un enfoque de decrecimiento podría ser más eficaz para lograr una verdadera neutralidad climática. Además, el Mecanismo de Transición Justa dentro del EGD carece de fondos suficientes, lo que plantea una barrera para llevar los compromisos a la práctica y garantizar que nadie se quede atrás durante la transición.

Reflexionar sobre el desarrollo de la política climática de la UE ofrece una perspectiva mixta de esperanza y escepticismo. Por un lado, el EGD marca una mejora significativa con respecto a políticas anteriores al establecer objetivos a largo plazo, apuntar a la neutralidad de carbono e integrar consideraciones climáticas en varios sectores. La Ley Europea del Clima, que hace que estos compromisos sean jurídicamente vinculantes, es un logro notable. Sin embargo, la aplicación de la ley y el logro real de los objetivos del EGD siguen siendo motivo de preocupación. Muchas propuestas legislativas en el marco del Paquete Fit for 55 todavía están en proceso o incompletas, y el progreso en áreas críticas como la gobernanza, la electricidad y la transición justa es lento como se observa a continuación:

Además, sigue predominando la dependencia de instrumentos económicos y regulatorios, a pesar de algunos avances en medidas informativas y procesales. Para garantizar un cambio sustancial, es necesario un mayor énfasis en los instrumentos informativos y procesales, particularmente para aumentar la conciencia pública y permitir la rendición de cuentas.

Si bien el Pacto Verde Europeo representa un paso adelante significativo y ambicioso en la formulación de políticas climáticas y energéticas de la UE, también enfrenta desafíos e incertidumbres notables. Queda por ver si la UE cumplirá con éxito sus objetivos climáticos, pero la evolución de sus políticas hasta ahora ofrece una combinación de avances y áreas que necesitan mejoras adicionales.

El rol de un empresario/a estratégico en la conmemoración del Día de la Tierra

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Celebrar el Día de la Tierra en las economías del Sur Global es sumamente importante para los empresarios y emprendedores que buscan construir negocios con el potencial de crecimiento exponencial. Para conseguir esa riqueza sostenible con la que todos los empresarios soñamos, implementar y fortalecer las prácticas de economía circular es imprescindible en un mundo con recursos limitados y con presiones energéticas y vitales cada vez más agudas. Temas ambientales como el cambio climático, la eficiencia energética, la contaminación derivada de las prácticas empresariales y la pérdida de biodiversidad tienen un impacto global que trasciende las fronteras económicas y que debe ser el eje central de la visión estratégica de todos los proyectos empresariales. Ante este contexto y a pesar de su situación económica, las economías del sur global son los territorios en los que una visión empresarial estratégica contribuirá significativamente a superar estos desafíos debido a la rápida industrialización, las nuevas prácticas de explotación de recursos y la apertura a nuevas oportunidades de negocio cada vez más circulares y energéticamente innovadores.

Como consecuencia de este impacto climático global, el rol central de los empresarios con visión estratégica es uno de los principales vehículos por el cuál muchas economías en el sur global serán capaces de rescatar a las comunidades más vulnerables ante la degradación ambiental actual. Estas comunidades vulnerables, dependen en gran medida de los recursos naturales para su sustento y está en las innovaciones empresariales la inmensa oportunidad de cambir el ritmo de Producción-Consumo-Desecho de la economía lineal hacia sistemas productivos de economía circular como el de la siguiente gráfica,

Además, las economías del sur global a menudo cuentan con una rica biodiversidad y recursos naturales con un inmenso potencial de investigación científica y nuevas formas de producción que permitirán desarrollar soluciones económicas para continuar protegiendo los recursos de este planeta. Conmemorar el Día de la Tierra cada 22 de abril sirve para crear conciencia sobre la necesidad de conservar estos recursos para las generaciones futuras y de apoyar al sector empresarial que innove en proyectos sostenibles y circulares. Adoptar estas prácticas sostenibles de la economía circular como parte de la Planeación Estrategia, Misión y Visión de las empresas no sólo garantiza el desarrollo económico a largo plazo, fomenta la paz y la convivencia y, como consecuencia, protege el medio ambiente de todos los humanos.

Dado que la degradación ambiental plantea graves amenazas a la salud pública, especialmente en regiones con acceso limitado a la atención sanitaria y al saneamiento es importante recordar el importantísimo rol social que los empresarios tienen en sus áreas locales de trabajo, producción y comercialización. A través de la conmemoración del Día de la Tierra, los empresarios y emprendedores sostenibles tienen una oportunidad de oro para identificar iniciativas destinadas a abordar la contaminación y promover el aire limpio, el agua potable y el saneamiento de las comunidades que les rodean. La participación activa en las actividades del Día de la Tierra demuestra un compromiso con los acuerdos ambientales internacionales y las soluciones colaborativas para los desafíos globales apremiantes.

Celebrar el Día de la Tierra en las economías del sur global es una oportunidad para subrayar la interconexión de las cuestiones ambientales, sociales y política con el importante rol que la actividad económica tiene para liderar la innovación sostenible en la meta común por alcanzar los 17 ODS. La investigación en productos que utilicen energías renovables y que innoven en el diseño de los productos para eliminar por completo los desechos es también un gran aporte que los empresarios exitosos continúan desarrollando e innovando.

Un empresario visionario tiene en estas celebraciones la oportundiad de reforzar la importancia de la acción colectiva de sus clientes para generar cambios en el consumo y para construir mecanismo de colaboración económicamente sostenibles que nos permitan proteger nuestro planeta para las generaciones actuales y futuras.