Revisa que tu empresa cumple los requisitos de Diligencia Debida para combatir la Deforestación

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Aunque en América Latina, y específicamente en Guatemala, se han logrado grandes avances en reforestación en las últimas décadas, todavía enfrentamos importantes desafíos por delante en el resto del mundo. Ante este contexto global, la Unión Europea implementará el Reglamento de Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés) que busca analizar a partir del 1 de enero de 2025 la cadena de producción de siete productos:

  • café,
  • aceite de palma,
  • cacao,
  • madera,
  • ganado bovino,
  • caucho y
  • soya

El café, el aceite de palma, el cacao y la madera los principales productos afectados de la economía guatemalteca y estas industrias emplean casi un millón de trabajadores del agro anualmente. Como resultado, cientos de empresas productoras y agricultores guatemaltecos deberán asegurar el cumplimiento de requisitos de diligencia debida y garantizar que sus productos, que alimentan a los más de 450 millones de habitantes de la UE, son productos libres de deforestación.

Como se observa en la siguiente gráfica, Guatemala ha logrado grandes pasos para reducir la deforestación desde el año 2001 y se proyecta que, en los próximos años, el país habrá alcanzado niveles positivos de cobertura forestal gracias a las políticas implementadas por el CONAP e INAB en alianza con comunidades locales, empresarios y agricultores.

Desafortunadamente, en otras regiones del mundo la historia no ha sido igual de positiva como en Guatemala. Según la encuesta anual del Instituto de Recursos Mundiales, en el año 2022 la pérdida mundial de bosques ascendió a 4.1 millones de hectáreas (+10% versus 2021) como resultado de prácticas agrícolas no sostenibles. Como resultado, la deforestación ha puesto en riesgo los ecosistemas locales y contribuido a la aceleración del cambio climático del planeta. Para contribuir a este ritmo de deforestación, el EUDR europeo aspira a detener el ritmo de deforestación en línea con los compromisos firmados por los países del mundo en importantes eventos como las Convenciones de Río y muchos otros acuerdos y tratados firmados y ratificados por Guatemala desde el siglo pasado.

A pesar de que el reglamento EUDR de la UE marcará un paso muy importante para abordar este problema que lleva siglos de consumo lineal aún existen retos a nivel de gobierno y empresas que siguen sin una respuesta concreta respecto a la Diligencia Debida, Mapeo y Geolocalización, Capacitaciones y Procedimientos que las empresas deberán de cumplir y estar preparados para cumplir los nuevos requisitos para la producción y comercio internacional que permitan un flujo sostenible de los recursos y un mapeo de la información cada vez más sostenible.

Ejemplo de un Sistema de trazabilidad en una cadena de suministro agrícola

A continuación les comparto algunas recomendaciones que nos podrán prepararnos y priorizar acciones, mientras nos preparamos para cumplir con la diligencia debida de los productos mencionados en el Reglamento de Deforestación:

  1. Debido a que serán los operadores y comerciantes europeos los que deben demostrar que sus productos están libres de deforestación, es importante mantener una comunicación directa con ellos para preguntar por su conocimiento sobre el tema, informales que las empresa y los gobiernos de América Latina nos estamos preparando para cumplir los requisitos de normativa local vigentes en respeto de una larga lista de obligaciones comerciales, legales y civiles que se exigirán demostrar y presentar la evidencia requerida para demostrar que no se ha deforestado las áreas productivas versus el año 2020. Asimismo, este es aún un excelente momento para solicitar a los operadores sus dudas y preguntas para que los gobiernos locales en América Latina nos permitan consolidar respuestas alineadas y evitar que trabajo innecesario de parte de nuestras empresas.
  2. Debido a que las empresas en Guatemala estarán obligadas a recopilar las coordenadas geográficas de las parcelas de tierra donde se produjeron los productos, es importante solicitar a los gobiernos locales información respecto a qué sistemas nacionales se utilizarán para presentar las imágenes satelitales que verificarán la geolocalización.
  3. Evaluar amenazas, riesgos y mitigación a nivel empresarial es uno de los primeros pasos que las empresas deben realizar para identificar las brechas de mejora respecto a la trazabilidad de geolocalización o de legislación para solicitar, con tiempo, apoyo a los gobiernos locales y elaborar los planes de mitigación de riesgos que consideren necesarios.
  4. Las empresas latinoamericanas debe contribuir con sus gobiernos locales a generar datos estadísticos de protección forestal, reforestación y cumplimiento de prácticas comerciales sostenibles con el fin de elaborar documentación a nivel de país verificable, medible y de cumplimiento de las regulaciones internacionales y estándares altos de protección de los derechos humanos.
  5. Dado que las certificaciones internacionales como Rainforest Alliance, FSC, PEFC y muchas otras no serán aceptadas como evidencia de la diligencia debida y geolocalización según las autoridades europeas, es necesario que las empresas revisen la documentación que ya se presenta para cumplir estas certificaciones y que indaguen con sus gobiernos locales qué otros requisitos deben ser presentados. Lo anterior contribuirá a una mayor trazabilidad y acceso a información a nivel de parcelas de tierra que permitirá una mejor toma de decisiones en las cadenas de suministro para evitar la pérdida de bosques.
  6. Por último, a pesar de que la trazabilidad a nivel de plantas, beneficios de café o bodegas de exportación es un paso intermedio importante para lograr una trazabilidad total, el EUDR exige que las empresas rastreen los productos hasta su origen de cultivo y cosecha con coordenadas exactas a nivel de plantación. Esto requerirá que las empresas se reúnan con todos sus proveedores y trabajen en equipo para mapear las cadenas de suministro completas y se incluyan incluso los proveedores indirectos de productos, materias primas y empaques.

A ocho meses de que la UE empiece a exigir la diligencia debida y geolocalización de la producción de los productos que ingresan a su territorio, nuestras empresas deben continuar prestando mucha atención a la solidez y el alcance de los programas de trazabilidad y seguimiento que ya existen en sus empresas. Estos sistemas internos serán vitales para garantizarles cumplir con los requisitos de diligencia debida en todas las cadenas de suministro cubiertas por el reglamento y, como en el caso de Guatemala, contribuir a acelerar este camino de reforestación nacional que nos permitirá convertirnos en países que han dejado la deforestación como una cosa del pasado. La implementación de prácticas de economía circular es una gran oportunidad para que se fortalezca la colaboración entre proveedores, empresas, gobiernos y actores de la sociedad civil para asegurar que la producción de nuestros alimentos sea cada vez más sostenible.

Agenda 2030: ODS15

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El Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 (ODS, por sus siglas) tiene como meta gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad. Este ODS se enfoca en la necesidad del fortalecimiento de los países y su legislación vigente en para proteger los bosques y detener la pérdida de biodiversidad.

La tala de árboles es tan antigua como el establecimiento de las primeras aldeas de humanos hace miles de años. Los restos de las aldeas más antiguas que se han encontrado fueron viviendas construidas con barro y ramas de árboles hace más de 19,000 años en las orillas del Mar de Galilea. Desde entonces, la madera y la civilización humana han sido inseparables para el desarrollo de nuestros actuales estilos de vida. Desafortunadamente, la relación entre los humanos y los bosques entró en un proceso de desbalance por la tala excesiva que ha resultado del veloz crecimiento de la población humana en los últimos 200 años. Como se observa en la siguiente gráfica, en 1928 eramos tan solo 2,000 millones de humanos y actualmente hemos cuadruplicado este número a 8,000 millones de habitantes al 2023.

Como resultado de este veloz crecimiento de la población, la Agenda 2030 busca que los países del sur global que mantendrán un veloz crecimiento de la población, implementen acciones que reduzcan la deforestación de los bosques tropicales, fomenten la reforestación de zonas que son taladas para convertirlas en tierras de cultivo y pastos de animales y reducir la tala ilegal para la generación de leña en los hogares más pobres. De toda Centroamérica, Guatemala es el país con el mayor porcentaje de deforestación en los últimos años y los principales retos que el país tiene son: a.) mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones más pobres que practican la tala ilegal para proveer de leña en sus hogares y b.) combatir el veloz crecimiento de la narcoganadería que ha causado la tala ilegal de inmensos territorios de bosques en el país.

La narcoganadería en Guatemala ha deforestado amplios territorios de bosques en el norte y occidente del país para convertirlos en tierras de pastos. Esta práctica ha crecido vinculada a una creciente -e ilegal- industria de corte de maderas preciosas. La Universidad de Texas realizó un estudio en Guatemala e identificó que entre el 59% y 87% de la deforestación en las áreas protegidas, biotopos y parques nacionales que forman la Reserva de la Biósfera Maya de Guatemala corresponde a la “cría ilegal de ganado”. Esta zona, equivalente a 2,2 millones de hectáreas no ha sido protegida por el Estado de Guatemala especialmente en el departamento de Petén.

Al menos un tercio de todos los bosques del mundo han desaparecido y su recuperación es vital para la continuidad de la especie humana. Los bosques están directamente vinculados no solo a la generación de oxígeno y almacenamiento de carbono, sino también a la generación de agua potable, preservación de la vida de animales e insectos vitales para el balance ecológico y evitan la erosión de los suelos a la vez que lo fertilizan. La meta del ODS15 es uno de los principales esfuerzos que se deben fomentar desde la legislación del país. Para lograr lo anterior, algunas de las acciones que se deben fomentar son:

  • Penas y castigos más fuertes a individuos que deforestan.
  • Mejor protección y mayor presupuesto estatal a la protección de áreas protegidas.
  • Creación de mayores incentivos fiscales para que empresas privadas reforesten y establezcan zonas de bosques vírgenes protegidas.
  • Fomento de la reforestación y reparación de la huella de carbono generada por las empresas con incentivos fiscales.
  • Educación a la población sobre la importancia de la protección de los bosques.
  • Mejora en los planes estatales para proveer de estufas ahorradoras y estufas con tecnologías que permitan eliminar por completo el uso de la leña para generación de fuego en los hogares.

Detener la deforestación es el primer de muchos pasos que el ODS15 tiene como objetivo. Junto a esto es necesario que los países luchen contra la desertificación, se rehabiliten los suelos degradados por la práctica de monocultivos, la sequía y las inundaciones, y reducir la degradación de los hábitats naturales para proteger las especies amenazadas y evitar su extinción en todo el país.

Los ODS son parte de una agenda compartida entre todos los países y funcionan como una herramienta común para alcanzar indicadores globales de mejora de las condiciones de vida para todas las personas. Guatemala se ha comprometido con sus ciudadanos y con los países del mundo para alcanzar en alianza los 17 ODS y los futuros gobiernos deberán velar por el alcance de estos compromisos. Reducir la pobreza mediante acciones legislativas, inversión estatal y privada y mediante programas de gobierno con impactos multidimensionales serán necesarios para mejorar las condiciones de vida económica y de salud, alimentación, educación, vivienda y acceso a los servicios básicos.