Comparando los Modelos Políticos de Desarrollo entre Escandinavia y Centroamérica

Ya en el siglo XXI, las diferencias sociales, económicas y políticas entre los países escandinavos y los centroamericanos parecían abismales y, para los planificadores sociales centroamericanos, casi imposibles de alcanzar. ¿Qué ocurrió detrás de este proceso de desarrollo exitoso en una región y lento y rezagado en la otra? Esa es quizás la pregunta central del estudio elaborado por (Abrahamson, 2007) en el estudio comparativo elaborado para ICEFI. En el estudio, se desarrollan capítulos específicos para tratar de forma comparativa los caminos e indicadores de desarrollo que Escandinavia (conformada por Suecia, Dinamarca, Noruega, Islandia y Finlandia) recorrió y cómo Centroamérica (conformada por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá) se atrasó en ese camino de crecimiento durante el siglo XX.

Según explica (Abrahamson, 2007), ambas regiones debieron realizar un proceso de modernización durante los inicios del siglo XX para insertarse regional y nacionalmente a la era de la globalización económica y política y, en ambos casos, el rol que jugaron las elites económicas y políticas fue una pieza fundamental. Desde inicios del siglo pasado, los gobiernos y sus aliados fueron determinantes para establecer y consolidar un estado de bienestar sólido, amplio y que alcanzara a toda la población. Desafortunadamente, la historia de Centroamérica dista de esas metas abismalmente y el estado de bienestar que se intentó crear en las décadas de 1950 y 1960 no se consolidó e incluso se redujo en muchos de los países.

A pesar de tener grandes diferencias históricas y culturas, (Abrahamson, 2007) explica que Escandinavia era, al igual que Centroamérica, una región altamente agraria en la década de 1930 y que, debido a las acciones de sus elites, empezaron un veloz camino hacia el estado de bienestar que cambió el destino de la región para siempre. Mientras tanto, en Centroamérica, las décadas posteriores a 1930 fueron escenario para que coaliciones de la política oligárquica evitaran el surgimiento de una mayor cobertura de la seguridad social y educación pública mientras se protegieron los intereses de una industria monocultivista que requería una amplia base de mano de obra barata, poco o nada educada y que, en la mayor de las posibilidades, no requiriese de un estado con una mayor base impositiva ni de una modernización estatal que permitiese construir los caminos del desarrollo a largo plazo.

Junto a este poder político oligárquico jugó un rol importante el actuar de las clases medias y bajas en ambas regiones. En Escandinavia, las condiciones políticas locales e internacionales les permitieron tener una mayor libertad y democracia en sus gobiernos. Libertad y democracia que les permitirían tener un mayor peso en la toma de decisiones en congresos y parlamentos para construir un estado de bienestar amplio y en consenso con las elites económicas. Mientras que, en Centroamérica, el camino fue distinto debido a la injerencia de países que se enfrentaban en la Guerra Fría y Estados Unidos, principalmente, jugó un papel muy importante para fortalecer gobiernos militares, iliberales y poco democráticos, con la mira de evitar el surgimiento de países aliados a los intereses de la URSS.

Debido a la alianza entre una pequeña elite oligarca y un gobierno político militarizado con el apoyo y dominación de Estados Unidos, la creación de un estado de bienestar se vio completamente detenida a partir de la década de 1950. En ausencia de una sólida democracia entre las elites, la modernización se vio fuertemente debilitada ya que según explica (Abrahamson, 2007. p.16) “la presencia de estos movimientos democratizadores fue condición necesaria para un régimen político moderno, fuera éste un duro sistema militar (como en Guatemala y El Salvador) o una democracia progresista (como en Costa Rica)”. Por esta razón, a pesar de que Centroamérica sí inició un proceso de modernización política, no se establecieron las bases para mejorar la recaudación de impuestos, invertir en un amplio y robusto sistema de salud y de educación pública y mucho menos se fortalecieron los derechos laborales de trabajadores que no tenían voz ni voto en la toma de decisiones políticas. Aunado a esto, no se realizaron las acciones necesarias para incluir en este proceso democratizador y modernizador a las poblaciones indígenas en países como Guatemala y El Salvador ya que, desde el período colonial, estos pueblos servían solamente como factores de producción en una sociedad sin posibilidad alguna de movilidad vertical ni de acceso a la participación política plena que suele caracterizar a los sistemas de gobierno más democráticos. (Abrahamson, 2007) indica que la única diferencia observable respecto a la democratización de la política y la economía se observó en Costa Rica que, históricamente no contó con una industria monocultivista controlada por la oligarquía y que esta condición le permitió participar de formas de mercado más liberales en la industria agrícola y desde finales del siglo XIX, construir una competencia electoral que le abrió el paso a desarrollar un sistema plenamente democrático, desarrollar políticas de bienestar público y movilizar a las clases bajas y medias a participar junto con la burguesía dominante.

Un factor determinante de la gran diferencia existente entre Escandinavia y Centroamérica según explica (Abrahamson, 2007) ha sido la desigualdad en la distribución del ingreso que se redujo en el primero y que se mantuvo estática en el segundo. Como resultado de estas condiciones, a lo largo del s. XX Centroamérica observó cómo los índices de pobreza se mantenían y el riesgo de pobreza extrema aumentaba conforme los efectos del poscolonialismo seguían permeados en la sociedad. Las prácticas y políticas poscoloniales, especialmente aquellas relacionadas con el control territorial desde las capitales mestizas y criollas, la rivalidad y dominación étnica, la distribución desigual de los recursos, las violaciones de los derechos humanos y la falta de presencia del gobierno en amplios territorios se siguen observando en Guatemala haciendo aún más difícil el desarrollo sostenible del país.

En Centroamérica es aún característico que el gasto gubernamental se enfoque en los centros económicos de los municipios y departamentos donde históricamente había una mayoría de población mestiza y criolla. Por lo anterior, no solo existe una baja inversión del gasto gubernamental en la creación de sistemas de salud y educación pública, sino que su distribución territorial es también desigual. Escandinavia por su parte, desde inicios del siglo pasado consiguió establecer una amplia participación de toda la población en la toma de decisiones y el gasto público se distribuyó de una forma más equitativa entre las zonas urbanas y rurales.

La riqueza actual de los países escandinavos resultó de un amplio pacto social que permitió a las elites políticas y económicas construir un estado de bienestar con amplias inversiones en salud y educación pública que con el paso de las décadas permitieron no solo crear empleos más capacitados y mejor pagados, sino otorgar a la población beneficios sociales característicos de un estado democrático con acceso a infraestructura y servicios a lo largo de los territorios y poblaciones. Por su parte, Centroamérica no logró consolidar un estado de bienestar que invirtiera en la creación de estas condiciones y poner un alto a las políticas coloniales de exclusión en beneficio de pequeños grupos de la población.


Referencia bibliográfica

Abrahamson, P. (2007). Política Fiscal y Protección Social en Estados Pequeños. Comparando Escandinavia y Centroamérica.

La USAC beneficia a individuos y sociedad por igual

Image result for tricentenaria usacLa educación superior es fundamental para fomentar el crecimiento, reducir la pobreza e impulsar la prosperidad compartida; lo anterior es algo que antes, yo no creía ni aceptaba. Mi falta de perspectivas y mi visión objetivista sobre el uso de los recursos públicos me hacía pensar que era irresponsable el uso del erario para pagar por educación y salud pública. Sin embargo, mis perspectivas evolucionaron y se complementaron con otras visiones que me han permitido comprender el importante beneficio que recibimos los individuos de la asignación del erario público para atender a servicios públicos como la educación pública en todos los niveles.

De la Educación no solo nos beneficiamos los individuos receptores, sino todo el sistema social en el que vivimos. Actualmente, la carencia de una educación adecuada es alarmante en los países en vías de desarrollo y Guatemala es uno de los países con las tasas más altas de niños y niñas que no asisten a la escuela. Revertir esta tendencia e invertir en educación para todos los niveles es esencial en países como el nuestro y es el principal factor para reducir las tasas de pobreza, la falta de empleos y reducir los índices de criminalidad; entre otros resultados sociales que consolidan un desarrollo sostenible.

La educación superior es fundamental para fomentar el crecimiento y crecer la USAC es un requisito que no podemos negar. Desde su creación, la USAC ha ofrecido una fuerza laboral altamente calificada, con una educación sólida, y que ha dejado muchos resultados positivos en nuestro país. Personas que no podían pagarse estudios superiores gozaron de este servicio y postiermente ofrecieron sus servicios a la población en general. Antes y aún ahora, los ricos con capacidad económica para pagar educación superior privada de calidad son menos del 1% de los guatemaltecos y no se darían abasto para atender las necesidades de este país. Negar lo anterior es simplemente ignorancia, ceguera y egoísmo por quienes no lo aceptan.

La educación superior beneficia al individuo y a la sociedad. Los graduados de educación superior son más conscientes del medio ambiente, tienen hábitos más saludables, son menos susceptibles de actuar de forma irracional y criminal, tienen un mayor nivel de participación y conciencia cívica, son más susceptibles a respetar las reglas y normas y conocen más y mejor sobre su rol individual en un contexto global. Además, el aumento de los ingresos por impuestos provenientes de mayores ingresos es un retorno social y el trabajo social que realizan muchos de estos profesionales es algo que ha beneficiado a miles de personas.

Los rendimientos económicos para los graduados de educación superior son los más altos en todo el sistema educativo. Según un estudio del Banco Mundial, el retorno económico como contribución al PIB de los graduados de educación superior es de un 17% más en los ingresos en comparación con el 10% para los graduados de educación primaria y el 7% para los graduados de educación secundaria.

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Conforme nuestro país continué creciendo en su PIB y población, los ingresos de la USAC se empezarán a hacer cada vez más reducidos y se requerirá de más y mejores controles al uso de ese presupuesto debido al aumento de la población estudiantil. La evidencia de otros países en vías de desarrollo nos demuestra que a medida que la población juvenil aumenta y las tasas de graduación en educación primaria y secundaria aumentan, habrá como resultado un aumento en la demanda de acceso a la educación terciaria. Lo anterior implica que la USAC deberá de ampliar sus instalaciones no solo en la ciudad de Guatemala, sino en las otras sedes universitarias en los distintos departamentos del país.

Los gobiernos del mundo se han dado cuenta ya que todo el sistema educativo, desde la educación infantil hasta la educación terciaria, debe reflejar las nuevas necesidades sociales y económicas de la economía global, pareciera que solo en el gobierno de Guatemala se busca conseguir un retroceso al camino que durante tantos años se ha intentado conseguir.

En el proceso de mejorar la educación universitaria debemos aprender del camino emprendido por los países más exitosos en sus índices de graduación de profesionales. Entre los factores más importantes están.

  • Descentralización y ampliación del alcance de la educación
  • Adaptación de los pensum educativos a las necesidades de cada región
  • Mejoramiento de los títulos de técnicos y postgrado
  • Evaluación del uso de los presupuestos
  • Mejora de la retención de los estudiantes
  • Establecimiento de políticas de acceso equitativo para todos los guatemaltecos y otorgamiento de becas de estudio
  • Creaciones de planes a largo plazo que trasciendan a los Rectores, Decanos y Directores para el mejoramiento de las universidades

Finalizo con una reflexión del artículo elaborado por Lucía Ixchíu para Nómada titulado “Debemos recuperar la Usac, estamos cerca de perderla” en el cual explicaba la urgencia por recuperar y limpiar la universidad.  Según Ixchíu, “limpiar nuestra casa de estudios, de limpiar la corrupción interna infiltrada en la Universidad de San Carlos. El presupuesto ha sido mal utilizado, la calidad académica es mala y prevalece la mediocridad burocrática en cualquier espacio. No podemos como comunidad –estudiantes, docentes y trabajadores– idealizar y negar la realidad que nos toca vivir.” Estoy de acuerdo con esta opinión y creo que nos queda un largo camino para recuperar y limpiar nuestra educación universitaria para crecer y aumentar sus beneficios para toda la sociedad y no solo para el beneficio de unos pocos.

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El censo bajo un lente libertario

guatemaltecosLa importancia de un censo para la construcción del Estado es tan importante como conocer la mezcla necesaria de cemento para construir las columnas de una casa fuerte y sólida. Si usas muy poco cemento en tu mezcla, lo más probable es que la estructura colapse. Si usas demasiada materia prima, terminarás desperdiciando recursos que muy bien podrías utilizar para construir en otros lados o ampliar el terreno de la casa.

Durante siglos, el censar a la población ha sido una herramienta fundamental para la construcción del Estado. No solo sirve para tomar decisiones inmediatas y establecer planes a mediano y largo plazo, sino que también sirve para replantear la aplicabilidad de la teoría e identificar cómo diversos y múltiples factores de la conducta humana hacen de unos países ricos y otros pobres.

Para Guatemala, la actualización del censo poblacional tendrá muchos beneficios y oportunidades de mejora. Así como amenazas del abuso de esa valiosa información que podría darse de caer en malas manos. Algunos ataques libertarios y anarquistas se han hecho escuchar ya explicando que el censo solamente fortalecerá el tamaño del Estado para crecer y extraer recursos. Sin duda, un censo fortalece a un Estado pues le da más herramientas para crecer en números donde el Estado era ausente. Sin embargo, hay muchos otros beneficios tales como el aumento de la eficiencia y eficacia del trabajo estatal y el gasto del erario. Mi invitación a las personas partícipes del liberalismo clásico es a que se fijen no en el crecimiento del Estado post-censal sino en su fortalecimiento y en cómo estos datos eficientizarían la toma de decisiones públicas. El reto que nos queda está en la elección de los políticos y en los usos que de esa información los mismos harán.

Elaborando con el lente de la teoría de la Opción Pública, el censo nos será de utilidad para interpretar las fallas que ocurren en el terreno político actual. Y tal y como lo explica muy bien la teoría, en lugar de sugerir lo que debería ser, en base a evidencias realizar un diagnóstico desapasionado para actuar. Este análisis utiliza al censo para que, con base en una cuidadosa observación y análisis de las acciones de los distintos actores políticos, se tomen decisiones de forma democrática y participativa para todos los actores políticos.

Algunos de los beneficios que nos dará este censo en Guatemala son:

  • Establecer la densidad de población y permitirá al gobierno conocer las áreas con un número grande o pequeño de personas. De especial importancia es esta información para situaciones de crisis como las ocurridas recientemente en el volcán de Fuego donde al día de hoy el Estado no conoce con exactitud la cantidad de muertos y desaparecidos.
  • Determinar el número de guatemaltecos y guatemaltecas con mano de obra disponible en un momento determinado y en un área determinada del país para identificar zonas de desarrollo agrícola, industrial o manufacturero.
  • Proveer de un sistema de atención de salud eficaz con el número de doctores y hospitales y centros de salud requeridos para las poblaciones en territorios determinados.
  • Proveedor de un sistema de educación eficaz basado en un buen conocimiento de la diversidad de la población de nuestro país.
  • Reconocer el número total de personas por su etnia, edad, ocupación, distribución geográfica. El Reconocimiento de las poblaciones es importante para conocer sus necesidades y fortalecer la presencia del Estado de acuerdo con estos grupos culturales. Desafortunadamente, en este censo no se incluye el de identidad sexual y dejamos a una importante población fuera de ser reconocida.
  • Realizar una mejor planificación económica y de desarrollo a mediano y largo plazo requiere de cifras que solo se consiguen en censos poblacionales.
  • A través del censo, el gobierno podrá saber el número de adultos imponibles y esto ayudará en gran medida a la estimación de los ingresos esperados anualmente. Además, le permitirá al gobierno conocer el tamaño real de la economía formal e informal y los territorios donde esta brecha puede reducirse.

El aspecto más importante en cualquier sociedad es el capital humano. El censo es importante porque este proceso ayuda a compilar un perfil numérico de quiénes somos “Guatemala”. Esto, a su vez, informa la toma de decisiones en todos los niveles, tanto en el gobierno como en el sector privado. Recordando al célebre Henry Hazlitt, es cierto que el gobierno es incapaz de darnos algo sin despojarnos de algo más y para esto el censo se convierte en una valiosa herramienta de aumento de eficiencia y eficacia. Quedará en nuestras manos que, como ciudadanos educados con esta valiosa información, presionemos e induzcamos a los políticos a actuar en pro de la maximización del bienestar colectivo.

The gated community motto: Come and live in a lie while ignoring life!

The papers, books and studies related to the urban development of gated communities in the Global South have provided lots of information by problematizing the history and politics behind the imaginary of these projects. Urban developers all over Latin America, Africa and Asia are building hundreds of communities and apartment buildings that imitate European and Western Styles of construction, lifestyle, norms and regulations. This morning I got my hands in one more of these advertisements for a housing project located in a recently developed dormitory city near Guatemala City, Guatemala.

The community is called “Residenciales Pasaje Español” and the development aims at replicating the lifestyle of a Spaniard ideal of a community  (while, of course, ignoring reality about Spain’s complexities).  The advertisements are all directed at the appeals of the growing middle-class market in Guatemala which is backed by a search for: affordable housing, accesible parks, gated walls around the housing project, 24/7 private police service, white houses that offer access to parking spaces for family-sized cars.  All of this providing a “theme-park” feeling that enables you to transport yourself from the violent and insecure life outside of the gates.

plano del proyecto

Guatemala City and the dormitory cities around it are inhabited by aprox. 3.5 million people with more than 1 million cars and the figures are quickly rising. Many of the gated communities are 1 or 1.5 hours away from most of the office and industrial areas and traffic jam is a constant worry for this people. Alienated from crime and lack of rule of law, these gated-communities offer an escape from public worries to taxpayers and an excuse to ignore the country’s multiple problems.

torres de luz

But as any other theme-park there are many flaws and dangers in the aim to replicate the “ideal society”.  The complex is located straight next to a line of huge power towers that represent a health menace to the people that will live in the houses. Also, the gated-community is surrounded by hundreds of new houses and dozens of new gated-communities that once completed and sold will represent an increase in the traffic jam outside of the “housing dream”.

Perhaps it is still time to Rethink the future of our cities. We still have time to further problematize our development model and think about the contradictions behind these city-building dystopias. And bring to light more information regarding how these gated-communities further weaken collaboration, cooperation and citizenship in our societies…

The never-ending cycle of revolutions

via: http://www.activistpost.com

“A revolution is the climax of a long philosophical development and expresses a nation’s profound discontent; a Putsch is a minority’s seizure of power. The goal of a revolution is to overthrow tyranny; the goal of a Putsch is to establish it.” Ayn Rand

The day after Revolution the streets were in silence. Anarchy was the rule and a no man’s land emerged. The protests against the ruling party had started several weeks before. However, as my grandmother recalled, the problems that had ignited the most recent uprising had always existed: ” these were the very old unfulfilled promises long inherited from Colonial times.”  Indeed, these promises were the idea that Government was here to rule over Us, to give Us and to provide Us for our needs and to care for our frailties.  The Global South has known dozens of revolutionary movements, dozens of attempts of revolutions and a handful of sanguinary coup d’états. Unfortunately, not much if anything has changed after the uprisings.

Around the world today conflict  continues in many areas that were once colonized or controlled by Western European or Soviet powers. The source of many of these protracted conflicts, in large part, lies in past colonial  policies, and especially those “regarding territorial boundaries, the treatment of indigenous populations, the privileging of some groups over others, the uneven distribution of wealth, local governmental infrastructures, and the formation of non-democratic or non-participatory governmental systems.”

It is therefore essential, if one wants to understand current revolutionary movements, intractable conflict and its causes, to examine not only the issues and problems of the moment, but also influential historical factors and actors – most notably, past colonial policies and today’s ruling power of these metropolis over former colonies – and their lingering effects.

The idea that the government should provide for our needs is more accepted in post-colonial governments that inherited institutions of dependency and granted privileges by the metropolis.  Imagine yourself traveling 200 years back in time to the period in which colonies were ruled by Western Capital. Interestingly, you will find yourself observing almost the same institutions and the same old problems that societies in the Global South still face today in Africa, the Middle East, South America, Eastern Europe and South Asia. The problems in these societies are the result of a long list of misguided decisions all centered in one fatal conceit: the conceit of revolution by force, not in defense, but in violation, of individual rights.

The colonial institutional heritage of the Global South is built around the abuse and violation of individual rights. Not a single revolutionary movement in the Global South has really aimed at restoring individual rights but to the granting of privileges for a minority.  The minority groups have taken many forms, received many names and have taken many slogans. They have been revolutions organized by and in contraposition of one minority group versus a majority: of the poor versus the rich, of the middle classes versus oligarch classes, of national interests of capital versus foreign interests, of enlightened groups versus conservative groups, of different ethnic groups against each other, of indigenous groups tired of being exploited, and many many more.

In order for a revolution that aims at restoring individual rights to take place it would be  necessary for all citizens to first redefine their code of values upon principles that allow them to pursue happiness without violating the rights of others.  This means that for a “revolution and not a putsch” to take place in the Global South we need first to understand that today’s revolutions have no moral justification and are all gang warfare.  As such, in order to change our immoral systems of government we require to first our own immoral code of values.  This means that we need to learn our history and fix all those immoral decisions taken in the past by our former enslavers.

I believe that the ideal way for starting to learn which is the code of values that provides for a consistent philosophy of life that protects individual rights and allows for humans to pursue happiness is the philosophy of Objectivism and the Objectivist Ethics.

If successful, most probably, the ongoing revolutionary movements in the Middle East, Ukraine and Venezuela will reflect to be nothing but immoral putsches of the very same old privileged groups that they were supposed to fight.  Corruption will take a new name, the citizens will be again defrauded by their leaders, immorality will again reign.  the power currently upheld by immoral leaders is not a simple system of domination of one specific group but it completely traverses the entire social body.  When social relations are not based upon a consistent and ethical code of values its result is “the immanence of force” that Foucault widely studied.    In this game of power, the incessant struggle and confrontation will be reinforced, transformed and reshaped without any meaningful outcome.  This never-ending cycle of revolutions will encrust and institutionalize itself if it hasn’t already. I truly believe that a Peaceful Philosophical revolution is Possible.  It is up to you reader, to chose wether to start it or not.