La Movilización Social y el Poder del Conflicto

Featured

La movilización social y el poder de agentes políticos de movilizar a grupos de personas en la búsqueda de objetivos comunes ha sido uno de los temas más estudiados y discutidos en los últimos siglos. Este tema que lleva tanto tiempo siendo discutido pareciera ser cada día menos entendido y, entender las causas y motivos detrás de la movilización social, ha sido algunas de las principales preocupaciones de quienes ocupan el poder y, también, uno de los principales intereses de quienes algún día quisieran ostentarlo.

Viñeta política de 1884, que representa a los ricos plutócratas en un banquete mientras una familia humilde pide limosna.

En los gobiernos democráticos desarrollados en Occidente durante los últimos dos siglos, la movilización de las masas ha sido uno de los principales vehículos de legitimación de la caída o ascenso de regímenes y aún hoy en día, los analistas que realizan aproximaciones al estudio de estos momentos históricos suelen quedarse cortos en el análisis y correlación de variables que tan complejos fenómenos representan.

La revisión histórica de los aportes que, desde distintas ramas académicas, se han presentado para comprender las raíces de los movimientos sociales del siglo XX y cómo surgieron sus raíces en un territorio limitado a Europa Occidental y Estados Unidos en el s. XVIII y XIX es un punto de inicio para entender la evolución de las posturas políticas e ideológicas que hoy en día se discuten en nuestros países y que nos permitirán comprender las dinámicas de poder en el siglo XXI y las fuentes subyacentes del conflicto en las sociedades occidentales.

Conflicto en Perú. 2018.

Para aproximarnos a la teoría de los conflictos, es fundamental partir comprendiendo que el conflicto es parte intrínseca de cualquier organización social y este es un vehículo de cambios y transformaciones sociales en constante evolución. Algunos de los autores que más han contribuido a este estudio son autores muy importantes como Karl Marx, Max Weber, R.K. Merton, Mancur Olson, Charles Tilly, Georg Simmel y W.E.B. Du Bois, entre otros. Y leerlos a todos y comprenderlos es una tarea maratónica que los académicos tenemos frente a nosotros día con día conforme más y más conflictos se desarrollan en todos nuestros países.

Partiendo de las aproximaciones han realizado muchos autores sobre el conflicto quisiera arrancar con los aportes ofrecidos por Karl Marx en el s. XIX y cómo sentó las bases de la Teoría del Conflicto analizando la manera en que nacía la lucha de clases, la movilización organizada y el apoderamiento de los factores económicos en la configuración de la sociedad que se estudiaría. En base a estos conceptos, cada estudio de una sociedad en conflicto según Marx permitiría analizar cómo las sociedades se caracterizan por conflictos de clase inherentes entre la burguesía dominante (la clase capitalista) y el proletariado (la clase trabajadora).

Ante estas crisis inherentes, Marx explicaba que los conflictos surgen en cualquier sociedad (independientemente de su cultura) debido a la distribución desigual de la riqueza y de los recursos y que, como gasolina, eran el combustible que impulsaba los cambios sociales y el conflicto. Según Marx, las revoluciones son una consecuencia natural de estos conflictos, que conducen al derrocamiento de la clase dominante y al establecimiento de una sociedad más equitativa.

Construyendo en las ideas de Marx, Max Weber amplió sus aportes al enfatizar la importancia del poder, de quién ejerce la autoridad y de cómo se conforma la burocracia para comprender los conflictos dentro de la sociedad. Weber observó que en las sociedades existen múltiples fuentes de conflicto, incluidas las disparidades económicas y además incluyó el rol social que factores como la religión, la política y la cultura ofrecen para contribuir a las tensiones sociales de los países. Según explicó Weber, los movimientos sociales surgían cuando los individuos o grupos se sienten marginados u oprimidos y se movilizan para desafiar las estructuras de poder existentes.

En base a estos dos grandes autores estudios siguieron importantes aportes que aún hoy en día nos permitirían profundizar en el análisis que distintos actores tienen en el desarrollo de los conflictos. Otros aportes fundamentales para entender el conflicto son los de académicos como el sociólogo Georg Simmel que contribuyó a la Teoría del Conflicto centrándose en el papel de las interacciones individuales en la configuración del conflicto y explicó cómo los conflictos surgen de las relaciones personales, las interacciones sociales y las dinámicas de grupo que podrían llegar a ser conflictos constructivos inclusive para el mejoramiento de una sociedad. Autores como Mancur Olson y Charles Tilly con sus teorías de elección racional y de la movilización de recursos y de oportunidades políticas son otros autores clave que nos permiten comprender cómo y por qué la gente se suma a los movimientos y qué buscan estas personas obtener a cambio de su participación.

Modelo de la mobilización revolucionaria según Charles Tilly

Estas acciones y decisiones (individuales y luego colectivas) suelen ser el resultado de análisis económicos racionales que hacen los individuos de forma aislada y que, sumados, consolidan objetivos que las elites dirigentes de los movimientos de protesta utilizan para capitalizarlos y convertirlos en demandas comunes con discursos que utilizan slogans atractivos como “lucha contra la corrupción”, “batalla contra la influencia extranjera”, “redistribución de recursos” y “justicia social”. Slogans anteriores que, a pesar de ser demandas racionales y necesarias, se convierten en la suma de lo que Olson llamaría incentivos selectivos que crean “toda una serie de compensaciones y, en su caso, coacciones, a los miembros del grupo para garantizar la cohesión.” y que, consolidados permiten crear las agencias detrás de los grandes movimientos en forma de nuevos partidos políticos, sindicatos, organizaciones civiles, entre otras que exigen metas colectivas con beneficios particulares.

Representación de W. E. B. Du Bois en la obra de teatro “Un hombre para todos los tiempos”

Al respecto, un ejemplo muy valioso para comprender las dinámicas existentes entre los movimientos sociales es comprender las dinámicas existentes entre la clase, el poder y la raza de los participantes. En el panafricanista W. E. B. Du Bois he encontrado importantísimos aportes para entender las dinámicas que vivimos en Hispanoamérica, en las obras de este sociólogo se estudian con detalle las relaciones de Clase-Raza-Poder y priorizó el rol que la desigualdad económica y social de un grupo racial, junto a su consecuente discriminación política y económica contribuyen a impulsar los conflictos y movimientos sociales que reclaman igualdad y derechos civiles. De sus estudios y aportes para consolidar la independencia de varios países africanos nos aportó muchísimas lecciones que deberíamos utilizar como herramientas para comprender el ritmo que vivimos en la sociedad postcolonial de Hispanoamérica donde la discriminación racial continúa siendo una norma en países como Bolivia, Guatemala y Perú. Entender estas relaciones y profundizar en los contextos históricos que cada movimiento social ha tenido, nos permitirá desde las áreas académicas donde ejercemos comprender un poco más de las Revoluciones y de los reclamos detrás de los movimientos sociales. Al analizar las dinámicas de poder, las disparidades económicas y las injusticias sociales en una sociedad podremos comprender las causas profundas del malestar social y empatizar con aquellas demandas desde las cuales podemos contribuir a resolver.

Los movimientos sociales que parecieran incrementarse en nuestros países son el resultado de lo que el importantísimo historiador y sociólogo Charles Tilly denominó “las oportunidades políticas” refiriéndose a ellas como “el surgimiento de un movimiento se encuentra condicionado por los signos de debilidad que muestren las autoridades o élites dirigentes, ya sea por existir divisiones internas o porque se les presuponga una actitud favorable a los objetivos del grupo movilizado.” y así, en la debilidad de un liderazgo que falla en la creación de los mecanismos de control sobre las masas a través de ventajas económicas, políticas o sociales es que surgen movimientos de intereses particulares exigiendo un espacio en la escena política como los movimientos de derechos civiles, los movimientos feministas y los movimientos LGTBIQ+, los cuales podrían examinarse a través de la lente de la teoría del conflicto para identificar los grupos involucrados, sus motivaciones y la resistencia que enfrentan por parte de las estructuras de poder existentes para construir consensos y establecer mecanismos de diálogo.

Obra de David Alfaro Siqueiros “Del Porfirismo a la Revolución”

Las revoluciones han sido el inicio de momentos de grandes cambios sociales y la teoría del conflicto es particularmente útil para comprender cómo se han desarrollado las dinámicas entre diferentes grupos de la sociedad que exigen un alto a la explotación física y económica, vejámenes políticos y opresión de derechos individuales, racismo y discriminación cultural, entre otras causas. Evitar sacar conclusiones a la ligera de estas complejas dinámicas es una herramienta para explorar los puntos de inflexión y cómo la suma de las ofensas se convierte en potentes catalizadores para la movilización masiva y la acción colectiva para dar lugar a nuevas formas de relaciones, de futuros conflictos, de paz y estabilidad y de nuevas formas de luchas por el poder.

Tiempos de incertidumbre: crisis económicas y búsqueda de soluciones en la era moderna

Featured

El estudio de las crisis económicas ha sido uno de los principales campos de estudio y preocupación tanto de las ciencias económicas, como de las sociales, políticas e históricas. Desde sus áreas de experiencia y perspectivas, todos quienes se han aproximado al estudio de las crisis, sus causas y sus efectos han tenido distintas conclusiones, análisis de causalidad y propuestas para combatirlas y evitarlas. Durante décadas, sin embargo, las crisis económicas han continuado ocurriendo y resultando por y con las complejas relaciones creadas por la “mano invisible” del mercado que Adam Smith referenció como aquella en la que,

“El rico apenas consume más alimento que el vecino pobre. La calidad puede ser muy diferente y la preparación más delicada, pero, por lo que toca a la cantidad, es poca la diferencia. Pero compárese el espacioso palacio y la gran guardarropía del uno con la mísera choza y los harapos del otro y se hallará que la diferencia en albergue, vestido y ajuar es tan considerable en lo que respecta a la cantidad como a la calidad. El deseo de alimento se halla limitado en todos los seres humanos por la limitada capacidad de su estómago, pero el deseo de conveniencias, aparato mobiliario, ornato en la construcción, vestido y equipaje, parece que no tiene límites ni conoce fronteras”

Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones (Adam Smith, 1776)

En estas circunstancias de infinitas relaciones humanas y ambientales, las economías capitalistas modernas han debido plantearse soluciones ante las crisis económicas que una y otra vez han afectado a la humanidad. Ante estas situaciones cíclicas, distintas teorías en torno a las causas de las crisis económicas y las propuestas han abundado como soluciones. Algunas generalidades que podemos observar de las crisis económicas es que se han compuesto por las fases de (a) expansión y auge económico; (b) el inicio de la crisis, como el momento en el que la expansión se detiene y empieza el declive; (c) la caída, depresión o contracción económica y (d) la recuperación de la actividad económica.

En la antigüedad, las crisis económicas eran catastróficas y sus efectos resultaban principalmente de efectos ambientales como las malas cosechas consecutivas, las plagas y los desastres naturales. Como consecuencia, el auge económico se detenía e inmediatamente se observaba una depresión generalizada que resultaba en el hambre, enfermedades y reducción demográfica significativa. Posteriormente, la recuperación lenta iniciaba con una reducción de la oferta y demanda de productores y compradores que habrían de reconstruir las condiciones mínimas de sobrevivencia para poder empezar a consumir. Las guerras, además, contribuían a estas situaciones sumando tiempo a la duración de las crisis o alargando la recuperación. Desde la antigüedad, estas condiciones de crisis han acompañado a las economías agrarias, feudales y mercantilistas y, con el advenimiento del capitalismo y la economía mixta, se incrementaron y pronunciaron las causas y los efectos que creaban ciclos cada vez más complejos y dañinos.

El triunfo de la Muerte de Pieter Brueghel el Viejo es uno de los mejores ejemplos del impacto de las crisis en la época medieval

Durante los últimos dos siglos, los grandes debates entorno a las causas de las crisis y sus recuperaciones han involucrado relaciones complejas entre los mecanismos de precios, la capacidad productiva, la creación de plusvalía y la insuficiente demanda efectiva de los bienes y servicios generados por quienes controlan los bienes de producción. Al respecto, el sistema económico capitalista ha funcionado en ciclos económicos de expansión y depresión inevitables y que, a pesar de ser postergables, su retraso ha implicado crisis y efectos económicos más amplios. Ante esto, propuestas macroeconómicas en las últimas décadas han propuesto políticas que fomentan las crisis económicas con el fin de “enfriar” las economías y reducir los impactos complejos de la famosa metáfora smithiana de la mano invisible en acción.

Las crisis han evolucionado y sus impactos se han globalizado. De la misma manera, sus efectos son cada vez más desastrosos e impactantes en la sociedad, el medio ambiente y la estabilidad política de los países y cada crisis es ahora un “parteaguas” de la historia misma y sus efectos son cada vez más funestos.

Pintura: La crisis económica en Creta. Autor:  Miki De Goodaboom

A pesar de que muchos filósofos, políticos y economistas han buscado explicar y entender los ciclos económicos, aún nos quedan muchas dudas y respuestas respecto al análisis ético que de las mismas se debe realizar para entender los medios a implementar con tal de perseguir ese fin último en que creen los defensores del capitalismo para alcanzar niveles ¿realmente anhelados? de un crecimiento económico por siempre expansivo y de auge en el que no haya límites económicos, de bienes de producción, de capacidad productiva o medio ambientales. Tal y como con los terremotos y huracanes, su predicción y previsión es aún imposible pero cada vez más contamos con herramientas de análisis desde distintos sectores académicos para profundizar en las causas subyacentes y en los mecanismos adecuados en cada contexto para ralentizar las depresiones y reducir los efectos negativos en las poblaciones más vulnerables y los ambientes más sensibles. La tarea de los países del sur global reside en preparar a sus burocracias y elites empresariales para comprender el rol social que sus actividades individuales tienen para contribuir a estas previsiones y reducir los daños en las poblaciones sensibles de ancianos, mujeres y niños que suelen ser los grupos más afectadas en cada ciclo.

Pintura: Un encuentro en el camino de la fantasía. Autor: Emmanuel Garibay. Orige: Filipinas. (1993)

Piketty’s “Capital,” and the Rest of the World

Video: Thomas Piketty Discusses, “Capital In The 21st Century” with Ryan Grim and Alexis Goldstein

The book by the French economist Thomas Piketty’s Capital in the Twenty-First Century has already become part of everyday discussions and is being referenced among academics. The research by Piketty has come in the perfect time and there are plenty of reasons why. Piketty’s book discussion brings some light to the study of income quintiles and deciles into a new debate of the “the skyrocketing incomes of the 1% — and the mind-boggling gains of the 0.1% and 0.01%  — by gathering and publishing income tax data that nobody had bothered with before. Piketty was behind similar projects in France, Britain, Japan, and other countries.” (via Justin Fox at the Harvard Business Review)

I finished reading the book this weekend and it was eye-opening. The book presents great challenges to the study of capital and inequalities in the developed economies as well as in the rest of the world. The book also opens the doors for a wider discussion on the effects European Capital has had in the global economy. Further, the book invites globalists to challenge our understanding of European-centric terms that over longer periods of time become, perhaps, insufficient to comprehend global economic processes over the passing of centuries and how these processes have changed and transformed themselves by a complex evolution and redefinition.

It can’t be denied that capital during all of the 19th Century and in the beginning of the 20th Century was centered in the main European metropolises and extracted most of the goods from the periphery. Few Capital remained in colonies and protectorates. Wealth belonged to the Empires and Poverty remained in colonial territories. Even the poorest of the European was considered Rich by comparison to the inhabitants of Colonies.

Today, European Empires are gone for a while, U.S. Capital increased and gained from the fall of the European Empires and new economies started developing in former Colonies. Giant Economies like China and Russia woke up after decades of isolation from global trade and today reconfigured our understanding of Capital. Piketty’s book somehow fails to explore this Global political changes and its economic effects.

Piketty’s central argument has a gigantic weakness since it is tied to nation-states and cannot be compared or understood in reference to Global Capital flows in today’s multinational economy. Very few references are made to the role played by Multinational Companies and foreign national investments and savings by State Companies in the world.  And less is mentioned of global inequalities and the North-South divide that has been increased by the investments done by Developed and Developing Economies in the rest of the world.  Piketty argues that Capital has tended over time to grow faster than the overall economy (he focuses on European and US economies); and that income from capital is invariably much less evenly distributed than labor income (again he focuses on European and US economies). Thus failing to acknowledge how Labor income stopped been localized during the 20th Century and it involved multiple polities far away from the metropolis.  Piketty argues that together (Capital growth and its uneven distribution) amount to a powerful force for increasing inequality.

Piketty doesn’t take things as far as Marx and this is a pitty. Marx’s methodology involved the State but it also referenced to its effects both and from the peripheries through the pass of longer periods of time. This is one of the most important contributions of Marx: his global understand of the economy.

Piketty shows how over the two-plus centuries for which good records exist, the only major decline in capital’s economic share and in economic inequality was the result of World Wars I and II, which destroyed lots of capital and brought much higher taxes in the U.S. and Europe. However, he again fails to acknowledge how Capital grew in the Global South after these wars as a result of increased inequalities in the Colonies and Agriculture-centered States in South America and Asia. During the wars Capital destruction was followed by a spectacular run of economic growth that involved the entire globe and not only Europe and the U.S.  The Cold War is a good reference for finding how Capital flows went from Europe to Asia, America and Africa.  As well, the run of economic growth started involving non-State actors in which Capital continue increasing at a higher and faster rate than the one he references and studies. Failing to study this shows in Piketty’s book that after decades of peace, slowing growth, and declining tax rates, capital and inequality are on the rise all over the developed world only, and it’s not clear what if anything will alter that trajectory in the decades to come.  However, the declining tax rates, capital and inequality are on the rise at a faster pace in the developing economies and in the “puppet states” (Nigeria, Chile, the Middle East countries) which have emerged around them as sources of petrol, minerals and rare earths.

Piketty’s main worry as points out Justin Fox is that “growing wealth in Europe will bring a return to 19th century circumstances in which most affluent people get that way through inheritance.” Plus, “U.S. median income will continue lossing ground relative to other nations in the following years”. But this are not the only worries that we should identify.  The BRICS countries are probably a good source of comparison to see how the growing wealth of the 20th Century remains on the hands of the few rich and is currently been passed through inheritance. Further, developing economies in South America and Africa are an extreme case of the last.

Piketty’s solution to Europe’s and U.S. problems is that a progressive global wealth tax be established. But this tax will fail to be the best response to the current dynamics of inequality if Capital continues flowing outside of Europe into multinational capital investments overseas and into State companies overseas. 

I enjoyed this political economy analysis and will continue learning a lot from it. Piketty’s solution is a challenge for the study of global political economy and the reconfiguration of the global economy in the 21st Century. Perhaps if a new book is published studying the shareholders who own the most stock in almost every Fortune 500 company and the Capital of any major global company instead of only the economies of France, Germany or the United States more accurate insights will be found.

 

February 26: The day the Communist Manifesto was published

These are some of the most used words in The Communist Manifesto
“WordCloud” of some of the most used terms in The Communist Manifesto

26 February, 1848: Karl Marx and Friedrich Engels publish the COMMUNIST MANIFESTO, a political theory that has become one of the modern world’s most influential documents and a source of inspiration for most of our political leaders.

The Communist Manifesto changed the face of the twentieth century beyond recognition, inspiring millions to revolution became an ideological source for millions of deaths (at least 94 million people according to Werth et al. Margolin‘s The Black Book of Communism).  This book has become the basis of political systems that dominate countless lives and continues to ignite violent debate about class and mixed systems of economic and political government today.

If you have never read this book (as most of its advocates have surely not done so) I encourage you to read it and study it attentively.

communist manifesto karl marx book cover

In countries where modern civilisation has become fully developed, a new class of petty bourgeois has been formed, fluctuating between proletariat and bourgeoisie, and ever renewing itself as a supplementary part of bourgeois society. The individual members of this class, however, are being constantly hurled down into the proletariat by the action of competition, and, as modern industry develops, they even see the moment approaching when they will completely disappear as an independent section of modern society, to be replaced …” Manifesto

Table of Online Contents for the Communist Manifesto:

Preamble
I:   Bourgeois and Proletarians
II: Proletarians and Communists
III: Socialist and Communist Literature
IV: Position of the Communists in Relation to the Various Existing Opposition Parties

Other Free Versions for Download: AudioWordepubprcPDF, Kindle.

Occupy the Mind with Economics

Video: Occupy Wall Street & Capitalism: A Professor’s Response

Karl Marx was an intellectual radical.  What that means is that he sought to get at the root cause of social ills with his analysis.  Despite my extreme disagreement with Marx on his diagnosis, I have always been attracted to intellectual radicalism.  Not the fashionable radical chic of rock stars, etc., but the nerdy radicalism of scholars and public intellectuals.  Not a radicalism evident where the cool-kids party while skipping school, but a radicalism born in the library and in reading dusty old books and studying long and hard to try and figure things out.  Think hard, read widely, think even harder, then attempt to write clearly — that is the intellectual radicalism that I find exciting.”

Continue reading via: Occupy the Mind with Economics