El rol de las instituciones ante el Cambio Climático, los Estudios Globales y las ideas de Acemoğlu-Robinson-Johnson

Los Estudios Globales fueron el campo de especialización que estudié durante mis maestrías en Alemania y Dinamarca hace más de diez años. En ese entonces, esta disciplina era aún difícil de explicar y entender, y a menudo enfrentábamos críticas debido a su enfoque interdisciplinario, que examina exhaustivamente procesos, sistemas y problemas globales con énfasis en la interconexión de las dinámicas económicas, políticas y sociales entre las naciones. Esto nos llevaba a complejas discusiones ad infinitum que a los académicos suele irritar. Con la reciente entrega del Nobel de Economía 2024 a Acemoğlu, Robinson y Johnson, en particular por su análisis de los marcos institucionales y su impacto en el desarrollo económico en Why Nations Fail, considero relevante compartir cómo sus ideas se alinean con los Estudios Globales. Estos académicos exploran el papel fundamental de las instituciones políticas y económicas en la configuración de las desigualdades entre países, y cómo estas instituciones resultan clave para enfrentar la crisis climática actual.

Las ideas de Acemoğlu-Robinson-Johnson y de los Estudios Globales se alimentan de una gran diversidad de autores, perspectivas e ideologías y son complementarios por ramas muy importantes como la Teoría de los Sistemas Mundiales de Wallerstein, que considera al capitalismo global como un sistema que mantiene dependencias entre el centro y la periferia, reforzando las disparidades entre las naciones desarrolladas y en desarrollo. Asimismo, el análisis de Marx del capitalismo y las luchas de clases ofrece perspectivas fundamentales sobre las estructuras económicas y las relaciones de poder que los Estudios Globales examinan, especialmente para comprender cómo el capitalismo global puede perpetuar las desigualdades. Juntos, estos académicos y muchos otros que se han especializado en territorios o ramas de las ciencias humanas más específicas, contribuyen a una comprensión integral dentro de los Estudios Globales de cómo los sistemas económicos globales y los factores institucionales influyen en las disparidades y dan forma al orden global.

En mi caso, mi especialización en el impacto que el cambio climático y la práctica de nuevos modelos económicos de comercio sostenible como la economía circular me han llevado a ver cómo fenómenos globales, han suscitado preocupaciones no solo en términos de sus impactos medioambientales, sino también en relación con sus efectos en la estructura y funcionamiento de las instituciones. Este artículo busca explorar la relación entre el cambio climático y las instituciones de forma breve y con temas que podrían tomarnos un libro entero para analizar. Asimismo, presentaré cuál es su rol dentro del contexto de la “big history” o “gran historia” que ha inspirado la ideología detrás de estos autores laureados al presentar una perspectiva histórica que sitúa los eventos humanos dentro de la vasta cronología del universo.

La Big History y el cambio climático: un contexto macrohistórico

Cuando hablamos de “big history” nos referimos a un enfoque donde se considera la historia del ser humano no de manera aislada, sino como una pequeña parte de un proceso mucho más extenso que abarca desde el Big Bang hasta el presente. En este marco, el cambio climático representa un punto de inflexión que puede ser interpretado como un desencadenante de transformaciones a gran escala, similar a otros eventos disruptivos como la Revolución Agrícola o la Revolución Industrial y la actual Revolución del Internet y la Inteligencia Artificial que está reconfigurando desde ya el futuro de la humanidad.

El cambio climático es un evento dentro de esta narrativa que fuerza una reinterpretación de la relación de los seres humanos con el entorno natural y con las instituciones que continuarán sosteniendo esta sociedad vulnerable a las dinámicas de la naturaleza planetaria. Este cambio, se ha convertido en un catalizador que no solo modifica el clima y los ecosistemas, sino que también exige la adaptación de las instituciones y las estructuras económicas y políticas.

El rol de las instituciones y su vinculación con el cambio climático. La Adaptación y Resiliencia son clave

Las instituciones, entendidas como los sistemas de normas, reglas y estructuras organizativas que regulan el comportamiento social y económico, juegan un papel fundamental en la respuesta a la crisis climática. Las instituciones políticas y económicas se encuentran ahora en una encrucijada, ya que deben responder a desafíos sin precedentes que ponen a prueba su capacidad de adaptación y resiliencia. En este contexto, es útil aplicar conceptos de la teoría institucional para analizar cómo las instituciones han reaccionado —o no— ante el cambio climático y cómo otras instituciones han sido las causantes —o no— de la aceleración de este cambio. Al respecto, mencionaré tres funciones clave que pueden resaltar el rol de las instituciones frente a esta problemática:

  1. Regulación ambiental y gobierno eficiente: conforme se intensifica el cambio climático, las instituciones deben desarrollar e implementar regulaciones que promuevan la sostenibilidad y mitiguen los efectos ambientales. Para esto, se requiere crear desde políticas de control de las emisiones de CO2 hasta acuerdos internacionales como el Acuerdo de París y la Agenda 2030. La efectividad de estas regulaciones dependerá de la capacidad de las instituciones para adaptarse a la incertidumbre y coordinar respuestas integrales.
  2. Rediseño económico: el cambio climático también ha implicado una reconfiguración económica y el surgimiento de mecanismos de gobierno autoritarios que limiten el libre mercado y regulen la acción humana hacia sistemas proteccionistas y autoritarios. La transición hacia una economía baja en carbono y sostenible requiere una transformación significativa de las instituciones financieras y comerciales que en algunos países ha dependido de sistemas unipartidistas y totalitarios para reafirmar sus objetivos. Otros, como en la Unión Europea, han logrado establecer el consenso para alcanzar estas metas a la vez que protegen sus economías y cierran sus fronteras a la importación de CO2 vía fletes de transporte o productos fabricados como resultado de la deforestación. Es aquí donde el rol de economistas, internacionalistas y politólogos es crucial para analizar y promover políticas que permitan esta transición sin perjudicar el desarrollo económico.
  3. Innovación social y tecnológica: las instituciones también son fundamentales para fomentar la innovación social y la aceleración de la adaptación tecnológica. Estos son elementos necesarios para enfrentar el cambio climático y para fortalecer una población responsable de sus acciones bajo marcos regulatorios sólidos y certeza jurídica. Las universidades, centros de investigación y principalmente las empresas multinacionales han desempeñado un papel clave en esta reeducación social y aceleración tecnológica mediante la promoción de tecnologías limpias, creación de modas “verdes” y cumplimiento de certificaciones y prácticas sostenibles como el uso de empaques reciclables o de fuentes renovables. La colaboración interinstitucional es esencial para que estas innovaciones puedan escalar y ser efectivas a nivel global.

El rol de las Instituciones en el contexto de la Big History y el cambio climático

En el marco de la “big history” y de los estudios globales, el cambio climático puede ser visto como un momento crucial que demanda una reevaluación de las instituciones existentes de la misma manera en que Acemoglu-Robinson analizaron a países, regiones y civilizaciones. A lo largo de la historia, cada gran cambio estructural ha dado lugar a una reconfiguración de las instituciones, desde las primeras civilizaciones hasta las actuales democracias industriales capitalistas y los sistemas totalitarios de economía mixta. Actualmente, las instituciones enfrentan un reto similar: evolucionar o quedar obsoletas y ser víctimas del cambio climático. Las instituciones que logran adaptarse y promover una economía resiliente y sostenible podrían no solo sobrevivir, sino también liderar un nuevo capítulo en la gran historia de la humanidad. Algo que no ocurre por primera ocasión y que el caso de la caída de la civilización maya es un excelente ejemplo respecto a otros momentos críticos en la historia, en los que la respuesta institucional al cambio climático determinó el curso de la civilización humana.

El camino que queda ante nosotros para combatir el cambio climático desde instituciones nuevas y fortalecidas

Para los académicos y los tomadores de decisiones en el gobierno y las empresas, la relación entre el cambio climático y las instituciones ofrece un campo fértil para el análisis de cómo las estructuras de poder y gobernanza están respondiendo a este desafío global. La historia ha demostrado que las instituciones son capaces de cambiar en respuesta a crisis significativas y hoy nos encontramos ante una oportunidad similar. Por su parte, los globalistas tenemos el inmenso reto de diseñar modelos y estrategias socioeconómicas y políticas que faciliten la transición hacia economías sostenibles, considerando no solo los beneficios ambientales, sino también las implicaciones socioeconómicas para diferentes sectores de la sociedad. El cambio climático, en este contexto, se convierte no solo en un problema que resolver, sino en una oportunidad para reformular y reforzar el papel de las instituciones en el desarrollo humano. La premiación que hicieron del Nobel a Acemoğlu-Robinson-Johnson, nos debe invitar a continuar haciendo siempre análisis interdisciplinarios para entender cómo podremos enfrentar el futuro y construir sociedades más resilientes y sostenibles en el marco de los desafíos actuales y venideros.

El Costo del Calor, ¿cómo el cambio climático afectará la economía global y amenaza la paz mundial?

Featured

Hace unos días fue publicado el artículo de Adrien Bilal de Harvard y Diego R. Känzig de la Universidad de Northwestern analizando el impacto de los cambios globales de temperatura en la actividad económica y su impacto en el crecimiento del PIB per cápita. Este importantísimo artículo ha sido publicado justamente en una fecha muy lamentable para el estudio del cambio climático antropogénico dado que, a partir del 1 de junio de 2024, la media móvil de 365 días de la temperatura de la superficie global alcanzó 1,63°C por encima de la línea de base preindustrial de 1850-1900. Ante esta situación, los expertos están actualizando todos sus indicadores debido al rápido incremento de la temperatura global que está alterando todos los modelos de proyección. A esta crítica situación de valores atípicos, se suma que la anomalía diaria vuelve a superar los 1,7°C.

En el estudio, “The Macroeconomic Impact of Climate Change: Global vs. Local Temperature(link al PDF) Bilal y Kännzig exploran las diferencias entre los efectos de la temperatura global y la temperatura local, destacando cómo estos choques climáticos afectan tanto la productividad como la depreciación del capital, impactando a los países ricos y pobres por igual, aunque de manera exponencialmente más fuerte en los países pobres.

Los investigadores descubrieron que un aumento de 1°Celsius en la temperatura global conduce a una disminución del 12% en el producto interno bruto (PIB) mundial (equivalente casi al PIB de China al 2023), este dato es una estimación mucho más alta que la de análisis anteriores. El mundo ya se ha calentado más de 1°Celsius desde la época preindustrial, y muchos científicos del clima predicen que se producirá un aumento de 3°Celsius para finales de este siglo. La causa de esta aceleración del calentamiento radica en que la quema de combustibles fósiles e industrialización se mantendrá incrementando. El anterior, es un escenario que, según el nuevo documento de trabajo tendrá un costo económico enorme.

El estudio evalúa las consecuencias del cambio climático en el bienestar general y en el costo social del carbono. Bilal y Känzig sostienen que sus resultados indican un costo social del carbono (SCC) de $1,056 por tonelada de CO2 y una pérdida de bienestar del 31% en un escenario de calentamiento moderado. Esto es comparable a los efectos de una guerra perpetua en el mundo.

Estos hallazgos subrayan que el cambio climático no solo es una amenaza significativa para la economía mundial, sino que también tiene implicaciones importantes para la política de descarbonización. Bilal y Känzig destacan que muchas intervenciones de descarbonización tienen un costo que varía entre $27 y $95 por tonelada de CO2 eliminada que también confirma el estudio “Implicaciones económicas de las disposiciones climáticas de la Ley de Reducción de la Inflación” realizado por Bistline et al. en 2023.

La recomendación de los autores enfatiza en la importancia de entender estos efectos para poder desarrollar políticas eficaces que mitiguen el impacto económico del cambio climático y promuevan un crecimiento sostenible que evite los conflictos bélicos.

El cambio climático, al alterar los patrones climáticos y reducir la disponibilidad de recursos naturales esenciales como agua y tierras cultivables, puede exacerbar tensiones sociales y económicas, incrementando la probabilidad de conflictos armados. Las poblaciones afectadas por sequías prolongadas, inundaciones y otros eventos extremos pueden verse forzadas a migrar, generando competencia por recursos escasos en las áreas receptoras y potenciales enfrentamientos. Para detener esta trayectoria hacia la conflictividad, es crucial implementar políticas globales y regionales de manejo sostenible de recursos, promover la cooperación internacional para la adaptación climática y la resiliencia comunitaria, e invertir en tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles que optimicen el uso de los recursos naturales. Además, fomentar la descarbonización de las economías y el uso de energías renovables reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigando así los impactos más severos del cambio climático.

Comparando los Modelos Políticos de Desarrollo entre Escandinavia y Centroamérica

Ya en el siglo XXI, las diferencias sociales, económicas y políticas entre los países escandinavos y los centroamericanos parecían abismales y, para los planificadores sociales centroamericanos, casi imposibles de alcanzar. ¿Qué ocurrió detrás de este proceso de desarrollo exitoso en una región y lento y rezagado en la otra? Esa es quizás la pregunta central del estudio elaborado por (Abrahamson, 2007) en el estudio comparativo elaborado para ICEFI. En el estudio, se desarrollan capítulos específicos para tratar de forma comparativa los caminos e indicadores de desarrollo que Escandinavia (conformada por Suecia, Dinamarca, Noruega, Islandia y Finlandia) recorrió y cómo Centroamérica (conformada por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá) se atrasó en ese camino de crecimiento durante el siglo XX.

Según explica (Abrahamson, 2007), ambas regiones debieron realizar un proceso de modernización durante los inicios del siglo XX para insertarse regional y nacionalmente a la era de la globalización económica y política y, en ambos casos, el rol que jugaron las elites económicas y políticas fue una pieza fundamental. Desde inicios del siglo pasado, los gobiernos y sus aliados fueron determinantes para establecer y consolidar un estado de bienestar sólido, amplio y que alcanzara a toda la población. Desafortunadamente, la historia de Centroamérica dista de esas metas abismalmente y el estado de bienestar que se intentó crear en las décadas de 1950 y 1960 no se consolidó e incluso se redujo en muchos de los países.

A pesar de tener grandes diferencias históricas y culturas, (Abrahamson, 2007) explica que Escandinavia era, al igual que Centroamérica, una región altamente agraria en la década de 1930 y que, debido a las acciones de sus elites, empezaron un veloz camino hacia el estado de bienestar que cambió el destino de la región para siempre. Mientras tanto, en Centroamérica, las décadas posteriores a 1930 fueron escenario para que coaliciones de la política oligárquica evitaran el surgimiento de una mayor cobertura de la seguridad social y educación pública mientras se protegieron los intereses de una industria monocultivista que requería una amplia base de mano de obra barata, poco o nada educada y que, en la mayor de las posibilidades, no requiriese de un estado con una mayor base impositiva ni de una modernización estatal que permitiese construir los caminos del desarrollo a largo plazo.

Junto a este poder político oligárquico jugó un rol importante el actuar de las clases medias y bajas en ambas regiones. En Escandinavia, las condiciones políticas locales e internacionales les permitieron tener una mayor libertad y democracia en sus gobiernos. Libertad y democracia que les permitirían tener un mayor peso en la toma de decisiones en congresos y parlamentos para construir un estado de bienestar amplio y en consenso con las elites económicas. Mientras que, en Centroamérica, el camino fue distinto debido a la injerencia de países que se enfrentaban en la Guerra Fría y Estados Unidos, principalmente, jugó un papel muy importante para fortalecer gobiernos militares, iliberales y poco democráticos, con la mira de evitar el surgimiento de países aliados a los intereses de la URSS.

Debido a la alianza entre una pequeña elite oligarca y un gobierno político militarizado con el apoyo y dominación de Estados Unidos, la creación de un estado de bienestar se vio completamente detenida a partir de la década de 1950. En ausencia de una sólida democracia entre las elites, la modernización se vio fuertemente debilitada ya que según explica (Abrahamson, 2007. p.16) “la presencia de estos movimientos democratizadores fue condición necesaria para un régimen político moderno, fuera éste un duro sistema militar (como en Guatemala y El Salvador) o una democracia progresista (como en Costa Rica)”. Por esta razón, a pesar de que Centroamérica sí inició un proceso de modernización política, no se establecieron las bases para mejorar la recaudación de impuestos, invertir en un amplio y robusto sistema de salud y de educación pública y mucho menos se fortalecieron los derechos laborales de trabajadores que no tenían voz ni voto en la toma de decisiones políticas. Aunado a esto, no se realizaron las acciones necesarias para incluir en este proceso democratizador y modernizador a las poblaciones indígenas en países como Guatemala y El Salvador ya que, desde el período colonial, estos pueblos servían solamente como factores de producción en una sociedad sin posibilidad alguna de movilidad vertical ni de acceso a la participación política plena que suele caracterizar a los sistemas de gobierno más democráticos. (Abrahamson, 2007) indica que la única diferencia observable respecto a la democratización de la política y la economía se observó en Costa Rica que, históricamente no contó con una industria monocultivista controlada por la oligarquía y que esta condición le permitió participar de formas de mercado más liberales en la industria agrícola y desde finales del siglo XIX, construir una competencia electoral que le abrió el paso a desarrollar un sistema plenamente democrático, desarrollar políticas de bienestar público y movilizar a las clases bajas y medias a participar junto con la burguesía dominante.

Un factor determinante de la gran diferencia existente entre Escandinavia y Centroamérica según explica (Abrahamson, 2007) ha sido la desigualdad en la distribución del ingreso que se redujo en el primero y que se mantuvo estática en el segundo. Como resultado de estas condiciones, a lo largo del s. XX Centroamérica observó cómo los índices de pobreza se mantenían y el riesgo de pobreza extrema aumentaba conforme los efectos del poscolonialismo seguían permeados en la sociedad. Las prácticas y políticas poscoloniales, especialmente aquellas relacionadas con el control territorial desde las capitales mestizas y criollas, la rivalidad y dominación étnica, la distribución desigual de los recursos, las violaciones de los derechos humanos y la falta de presencia del gobierno en amplios territorios se siguen observando en Guatemala haciendo aún más difícil el desarrollo sostenible del país.

En Centroamérica es aún característico que el gasto gubernamental se enfoque en los centros económicos de los municipios y departamentos donde históricamente había una mayoría de población mestiza y criolla. Por lo anterior, no solo existe una baja inversión del gasto gubernamental en la creación de sistemas de salud y educación pública, sino que su distribución territorial es también desigual. Escandinavia por su parte, desde inicios del siglo pasado consiguió establecer una amplia participación de toda la población en la toma de decisiones y el gasto público se distribuyó de una forma más equitativa entre las zonas urbanas y rurales.

La riqueza actual de los países escandinavos resultó de un amplio pacto social que permitió a las elites políticas y económicas construir un estado de bienestar con amplias inversiones en salud y educación pública que con el paso de las décadas permitieron no solo crear empleos más capacitados y mejor pagados, sino otorgar a la población beneficios sociales característicos de un estado democrático con acceso a infraestructura y servicios a lo largo de los territorios y poblaciones. Por su parte, Centroamérica no logró consolidar un estado de bienestar que invirtiera en la creación de estas condiciones y poner un alto a las políticas coloniales de exclusión en beneficio de pequeños grupos de la población.


Referencia bibliográfica

Abrahamson, P. (2007). Política Fiscal y Protección Social en Estados Pequeños. Comparando Escandinavia y Centroamérica.

¿Por qué emigramos a Estados Unidos los centroamericanos?

Cuando una familia llega a la decisión de abandonar su hogar, su comunidad y su red de contactos es porque ha llegado al límite de sus capacidades. Para muchos, la migración se convierte en la única y necesaria solución a un problema de inseguridad y pobreza que le impide seguir viviendo en su país de origen. La forma en la que estas personas experimentan y sobreviven en la pobreza es muy distinta y va mucho más allá de no tener los dos dólares necesarios para tener una vida digna según los estándares internacionales de ingresos.

Las causas de la migración van más allá de no poder llegar a fin de mes o pagar puntualmente las facturas de los servicios básicos. La migración en nuestra región en muchas ocasiones viene acompañada del miedo a las maras y al crimen organizado que les impide seguir viviendo en sus hogares. Las causas de la migración son multidimensionales y abarcan muchos más que factores económicos.

Las razones por las cuales millones de centroamericanos migran se encuentran en la falta de escuelas adecuadas y en la falta de educadores capacitados. También, las razones de la migración se encuentran en la falta de servicios de salud adecuados, cercanos y dignos y en la falta de médicos y enfermeros entrenados y capacitados. Las causas de la migración radican en la falta de acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento y drenajes, electricidad y calles y servicios de transporte adecuados.

Los anteriores son todos factores de lo que en ciencias sociales conocemos como perspectivas multidimensionales. Para entender las causas de la migración se requiere que inicialmente nos liberemos de prejuicios y dejemos de entender los problemas de forma aislada. Posteriormente, debemos analizar las causas y motivos de cada una de ellas y luego, tan solo luego, estudiarlas en relación como resultado de acciones políticas en el largo plazo y como la toma de decisiones sociales heredadas a través de generaciones.  En cada caso, se debe analizar sus particularidades y aspectos diferentes y siempre debemos aspirar a realizar un análisis basándonos en las teorías y aportes contemporáneos desde cada disciplina.

Además, debemos de adoptar una o más perspectivas a la vez, cuando consideremos las relaciones y los acontecimientos políticos como factores explicativos autónomos o, al contrario, como realidad dependiente de otras causas económicas y sociales. En el caso de las migraciones, los acontecimientos políticos no deben ser entendidos con factores explicativos autónomos como verán a muchos analistas políticos y analistas sociales opinar. Sino que, debemos entenderlos como parte de una realidad dependiente de múltiples causas sociales, económicas y políticas. Poniendo en práctica lo anterior, tendremos la habilidad del sociólogo o del politólogo, para tratar de entender y manejar muchas variables al mismo tiempo y entender el peso de cada una y sus influencias recíprocas en el proceso de las migraciones. Para quienes no conozcan de la teoría al respecto de las causas de las migraciones lo más prudente es evitar caer bajo discursos explicativos autónomos y/o ser engañados por pseudo-académicos. Es nuestra responsabilidad ser prudentes y atentos a la migración como uno de los fenómenos resultantes de la pobreza extrema y la falta de oportunidades.

Durante décadas nuestros gobiernos centroamericanos han olvidado a sus electores y a la población más vulnerable: a los niños, mujeres y ancianos de áreas rurales con menores posibilidades de movilidad económica. La centralización y construcción de los escasos servicios públicos en áreas urbanas para beneficio y creación de centros de mano de obra barata no han sido suficientes para paliar la pobreza multidimensional de nuestros países. Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua están ubicados en las últimas posiciones de los índices de riqueza como resultado de un abandono de sectores clave para la generación de riqueza: la salud, educación y condiciones dignas de vida. Además, nuestra población en pobreza multidimensional carece de acceso a agua potable, de una nutrición adecuada y de educación primaria de calidad y está destinada a continuar viviendo en la pobreza y sin capacidades para salir de ella.

Nuestra región no es la única que sufre de pobreza extrema y multidimensional. En todo el mundo hay alrededor de 879 millones de personas que viven en similares condiciones de pobreza multidimensional y son también los países con mayores flujos de población migratoria hacia países vecinos en busca de mejores condiciones sociales, políticas y económicas.  Actualmente, las regiones más pobres son África subsahariana con el 58% de su población (unos 560 millones de personas) que viven en pobreza y de e ellos, 342 millones (el 6%) la experimentan de forma severa la pobreza. Al mismo tiempo, en Asia meridional, el 31% (546 millones de personas) son pobres y son la fuente principal de los emigrantes del mundo que anualmente superan el millón de familias que migran hacia Asia y Europa.

Población de Inmigrantes Centroamericanos en Estados Unidos

En el año 2016, Guatemala y El Salvador representaban el 5% de la población inmigrante de Estados Unidos según el Censo Estadounidense y superaban los 2 millones de migrantes que viven en el país del norte. A la fecha, viven en los Estados Unidos 1.2 millón de guatemaltecos, 1.4 millones de salvadoreños, 500,000 hondureños y 400,000 nicaragüenses. Según el estudio “Survey on International Migration of Guatemalans and Remittances 2016” del Center for Inmigration Studies, el 91% de los emigrantes guatemaltecos lo hacían por razones económicas que resultaron de factores multidimensionales, principalmente económicas. De ellos, el 59% de los emigrantes buscaban un mejor trabajo y mejores ingresos para poder sostener a sus familias en Guatemala y ofrecerles mejores servicios de salud, hogar y educación. Las razones de la migración de los centroamericanos son multidimensionales y no son como muchos pretenden explicar como el resultado de una única causa. El discurso estadounidense de “que combatiendo la violencia y el crimen organizado finalizará con la migración” es erróneo y su uso es malintencionado por aquellos políticos y analistas que quieren lavarse las manos de sus responsabilidades.

Principales Destinos Metropolitanos para los Inmigrantes Centroamericanos en los Estados Unidos, 2011-15

Las migraciones hacia el norte forman parte de la historia centroamericana desde el siglo pasado y no podrán ser detenida fácilmente. La misma es ya parte de nuestro estilo de vida debido a la amplia red de emigrantes que ya se establecieron en Estados Unidos. Sabemos con certeza que la migración centroamericana se desarrolla principalmente dentro de la región mesoamericana para laborar en cultivos agrícolas estacionales y para buscar mejores condiciones de trabajo en áreas industriales urbanas y no hacia otros países. Los países centroamericanos son fuente de emigrantes intra-centroamericanos, al mismo tiempo que son destino de inmigrantes y zonas de transición de unos y otros. Durante muchísimos años el flujo interno de migrantes se ha mantenido activo y dinámico.

Principales Estados de Destino Para Los Inmigrantes Centroamericanos en Los Estados Unidos, 2011-15

Los flujos de población dentro de Centroamérica son diversos, e incluyen tanto la inmigración económica de baja y alta preparación educativa y poder adquisitivo, y considerablemente ha aumentado por los desplazados por causa de desastres naturales y por la carencia de acceso a la salud, educación y servicios básicos necesarios. Uno de los aspectos novedosos del fenómeno migratorio actual centroamericano es la incorporación de la mujer y de la mujer-madre, que ocupa ya casi la mitad de los emigrantes y se ha visto presente en la más reciente ola de migración de hondureños que se dirigen hacia los Estados Unidos.

Las guerras civiles, la inestabilidad política y las dificultades económicas causaron un flujo significativo de emigrantes centroamericanos durante los década de 1980 hacia otros países centroamericanos y hacia México y Estados Unidos. Durante esta época la población centroamericana en los Estados Unidos se triplicó y ahora es una de las principales fuentes de generación de riqueza nuestros países mediante el envío de remesas.

Flujos Anuales de Remesas hacia Centroamérica, 1980-2016

Contrarrestar la migración es difícil y casi imposible. Es necesario que se ataquen las causas de esta y se entienda cómo es que la principal causal: la pobreza multidimensional, puede y debe ser reducida. La región sigue sufriendo condiciones políticas y socioeconómicas precarias que mantienen a la mayoría de la población en condiciones de pobreza. Si no se cambian estás condiciones de pobreza multidimensional, la migración y los índices altos de homicidios y violencia de maras continuarán e impulsarán la migración.

Sin soluciones integrales que abran mayores espacios y oportunidades de educación, salud y empleo, especialmente a las juventudes, las mujeres y la niñez de las áreas más vulnerables, la migración continuará incrementándose y debilitando la capacidad de nuestros países para generar economías competitivas con una población sana, educada y calificada. El modelo económico de explotación, despojo y acumulación de la riqueza en pocas manos tan solo ha afianzado la pobreza multidimensional y la desigualdad en nuestros países y debemos cambiar nuestro modelo económico. Nos queda una difícil tarea por realizar y un largo camino por recorrer…


Fuente de las imágenes: Oficina del Censo de los Estados Unidos agrupada ACS 2011-15, realizada por MPI. Link: https://www.migrationpolicy.org/programs/data-hub/charts/us-immigrant-population-state-and-county?width=850&height=850&iframe=true 

The gated community motto: Come and live in a lie while ignoring life!

The papers, books and studies related to the urban development of gated communities in the Global South have provided lots of information by problematizing the history and politics behind the imaginary of these projects. Urban developers all over Latin America, Africa and Asia are building hundreds of communities and apartment buildings that imitate European and Western Styles of construction, lifestyle, norms and regulations. This morning I got my hands in one more of these advertisements for a housing project located in a recently developed dormitory city near Guatemala City, Guatemala.

The community is called “Residenciales Pasaje Español” and the development aims at replicating the lifestyle of a Spaniard ideal of a community  (while, of course, ignoring reality about Spain’s complexities).  The advertisements are all directed at the appeals of the growing middle-class market in Guatemala which is backed by a search for: affordable housing, accesible parks, gated walls around the housing project, 24/7 private police service, white houses that offer access to parking spaces for family-sized cars.  All of this providing a “theme-park” feeling that enables you to transport yourself from the violent and insecure life outside of the gates.

plano del proyecto

Guatemala City and the dormitory cities around it are inhabited by aprox. 3.5 million people with more than 1 million cars and the figures are quickly rising. Many of the gated communities are 1 or 1.5 hours away from most of the office and industrial areas and traffic jam is a constant worry for this people. Alienated from crime and lack of rule of law, these gated-communities offer an escape from public worries to taxpayers and an excuse to ignore the country’s multiple problems.

torres de luz

But as any other theme-park there are many flaws and dangers in the aim to replicate the “ideal society”.  The complex is located straight next to a line of huge power towers that represent a health menace to the people that will live in the houses. Also, the gated-community is surrounded by hundreds of new houses and dozens of new gated-communities that once completed and sold will represent an increase in the traffic jam outside of the “housing dream”.

Perhaps it is still time to Rethink the future of our cities. We still have time to further problematize our development model and think about the contradictions behind these city-building dystopias. And bring to light more information regarding how these gated-communities further weaken collaboration, cooperation and citizenship in our societies…